Una sociedad profundamente atrasada, machista y enferma

Por pregoadmin

En los escándalos sexuales que explotan cada cierto tiempo en este país, hay que notar el doble rasero con que medimos las cosas. Todos nos apresuramos a juzgar a los victimarios, pero en el fondo estamos prestos a buscar una justificación mínima para poder buscar una causa al suceso en cuestión.

Nos falta el civismo mínimo para tomar acciones por pequeñas que sean; ¿acaso cambiamos como educamos a nuestros hijos?¿somos más cuidadosos en el lenguaje de usamos? ¿somos menos raudos a la hora de juzgar a la víctima como si tuviesemos derecho a convertinos en un tribunal? ¿acaso castigamos moralmente al victimario o seguimos consumiendo marcas o productos a sabiendas de que son machistas, vulgares y sexistas? No, casi nadie lo hace porque mientras la cruz no llegue a nuestros hogares no hay problema.

Los femenicidios, agresiones, violencia en sentido general, no pararan hasta que entendamos que a pesar del boato que se puede ver en plazas, fiestas y lujosas torres, seguimos siendo una sociedad profundamente atrasada, machista y enferma.

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