Los asesinatos de mujeres continúan, pero seguimos patinando en medidas que no parecen llevar a ninguna parte.
Sabemos que el tema es cultural y que como tal vez un cambio tomará años. Pero cuando vemos a comunicadores estigmatizar a una mujer por usar un tatuaje, el mismo que hace nada, dijo que las mismas provocaban por andar enseñando la verijas, y saber que no es el único que piensa así, ayuda a entender por qué estamos como estamos, por algo este año existe el rumor de dedicar de nuevo el Torneo invernal a un hombre que mató a la madre de sus hijas y se salió con la suya a pesar de saber el rechazo que ya tuvo la intentona el año pasado, pero sencillamente no interesa.
Vivimos en una sociedad dónde entendemos que la violencia intrafamiliar es solo cosa de la pareja, que cuando alguien decide matar lo hará no importa lo que se haga, que no parece ver qué es un tema generalizado, una sociedad que entiende que la familia por si sola podrá eliminar la enfermedad enquistada en su seno, sin ver que esa misma familia es la que tiene a niños trabajando, esas mismas familias son las que tienen adolescentes embarazadas a temprana edad y con enfermedades venéreas con apenas 10 años de edad, esas mismas familias tienen los adolescentes delinquiendo y un largo etc… de cosas que no responden solamente a la incapacidad del Estado, sino de la sociedad en sentido general, de sacar la cabeza de la arena y mirarse el ombligo y ver que todos tenemos parte de la culpa de este desastre, porque siempre pensamos que a nosotros no nos pasará, ni a nuestras madres, nuestras hija y nuestras hermanas.
Pero adivinen qué, pasa y cada vez pasará más.