Por Milton Olivo
El Pregonero, Santo Domingo.-La transformación de un municipio es una tarea colectiva que involucra no solo a las autoridades locales y a los organismos gubernamentales, sino también a los propios ciudadanos.
Los habitantes de un municipio tienen un papel fundamental en el proceso de cambio y desarrollo de su comunidad.
Los ciudadanos deben involucrarse de manera activa en las actividades y decisiones que afectan a su municipio. Esto implica asistir a reuniones comunitarias, participar en foros de discusión, y colaborar con las autoridades locales en la identificación de necesidades y la búsqueda de soluciones.
Es deber de los ciudadanos promover valores como el respeto, la tolerancia y la solidaridad en la comunidad. Esto se traduce en el respeto por las normas de convivencia, el cuidado del entorno urbano y el apoyo mutuo entre vecinos.
Los ciudadanos tienen la responsabilidad de cuidar y preservar el entorno natural de su municipio. Esto implica adoptar prácticas sostenibles, como la separación de la basura en el hogar -en una funda los desechos de alimentos en otra, todo lo demás-, para apoyar el reciclaje, y la protección de áreas verdes y espacios naturales.
Los ciudadanos deben colaborar estrechamente con las autoridades municipales en la ejecución de programas y proyectos de desarrollo. Esto incluye brindar retroalimentación sobre las políticas públicas, participar en iniciativas de voluntariado y contribuir con recursos materiales o financieros según sus posibilidades, honrando el pago de sus correspondientes impuestos.
Los ciudadanos deben contribuir al desarrollo económico y social de su municipio mediante la creación de empleo, el impulso al emprendimiento local y el apoyo a proyectos que mejoren la calidad de vida de la comunidad, como la promoción de la educación y la cultura.
Los ciudadanos tienen el deber de estar atentos a posibles irregularidades o actos de corrupción en la gestión pública y denunciarlos ante las autoridades competentes.
La participación ciudadana en la vigilancia del buen uso de los recursos públicos es fundamental para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas en la administración municipal.
En fin, los ciudadanos tienen una serie de deberes fundamentales para contribuir a la transformación positiva de su municipio.
Su participación activa, su compromiso con el bien común y su responsabilidad en el cuidado del entorno son clave para el desarrollo sostenible y el progreso de la comunidad en su conjunto.
En fin, hacer realidad un Santo Domingo Este próspero, seguro y de oportunidades, es un compromiso de todos.
El autor es escritor y ex precandidato a alcalde SDE-PRM