Lic. Manuel Cruz (M.Sc.)
Desde el pasado 12 de junio del 2018, fecha en que se celebró en la isla sentosa la efímera Cumbre de Singapur entre el líder supremo de Corea del Norte Kim Jong-un y el presidente de EE.UU. Donald Trump, este último interiorizó y externó públicamente la bufoniza idea de que él es merecedor de un premio Nobel de la paz. Esa vesania propia de esa hiperbólica megalomanía que adorna a Trump, lo ha llevado a presentar una propuesta de paz para suturar las diferencias entre Israel y Palestina que no es otra cosa que; una legitimación a los intereses de Israel. Se imaginan al antónimo de Lutuli y Luther King recibiendo el mismo premio que ellos.
El origen del Conflicto.
Los primeros vestigios de ese interminable coliseo religioso, comenzaron con el acuerdo de Asia menorpopularmente conocido como el Acuerdo Sykes-Picotde 1916 cuando la triple entente “Gran Bretaña, Rusia y Francia”; decidieron dividir y repartirse como botín de guerra a su antojo los territorios que pertenecían al antiguo Imperio Otomano derrotado junto Alemania en la primera gran guerra. Más adelante, el 29 de noviembre de 1947 la ONU mediante resolución 181 diseñó la chaladura de dividir en dos lo que se llamaba el Mandato Británico de Palestina y, sembrar un Estado judío en el centro del mundo árabe.
Desde entonces, el mundo ha tenido que presenciar las más sangrientas intifadas entre estos pueblos y que en diferentes ocasiones a incluido a otros en la contienda como fue el caso de la Guerra de los Seis Días y la de Yom Kippur. Y, la conflagración permanente entre Israel e Irán que con el ingrediente EE.UU. imponiendo sus intereses en la zona han convertido la región en la más caliente y beligerante del mundo. Con el agravante, de que con todo el apoyo que recibe Israel de EE.UU. se ha convertido en un poderosísimo adversario lo que le ha permitido apoderarse de gran parte del territorio palestino y de otros enclaves estratégicos como Cisjordania, los Altos del Golán y una parte de Jerusalén.
Importancia de las Zonas en Conflicto.
Cuando David conquistó a Jerusalén y la convirtió en la capital del reino, ya esta era una antigua ciudad de los cananeos y los filisteos quienes fundaron a Palestina. Por eso, la zona tiene vital importancia histórica tanto para la fé judía, la cristiana y la islámica; en virtud de que, es considerada por todos como la tierra santa. Allí convergen, el muro de los lamentos venerado por los judíos como el monte del templo. Los palestinos adoran la misma explanada como el noble santuario tercer lugar sagrado del islam y, donde están ubicadas la Mezquita de Al Aqsa y el Domo de la Roca. Y, cerca de allí está, el templo del sagrado sepulcro que los cristianos idolatran como el lugar donde Jesús fue crucificado y sepultado.
De igual forma, al margen de ser la zona más volátil y hostil de todo el planeta es al mismo tiempo un pivotede gran importancia para la geopolítica. Por ejemplo, Jerusalén al oeste es una salida estratégica hacia el Mar Mediterráneo que, sin dudas; es uno de los mares más importantes del ajedrez internacional. Por ello, desde la época de Salomón fue un área vital para el intercambio comercial. Además, el reconocimiento de EE.UU. de Jerusalén como capital de Israel estrechóaún más sus relaciones con la segunda potencia en desarrollo de las High Tech. Es punto geoestratégico del Sinaí y espacio de importancia geoeconómica en la zona del canal de Suez.
La Propuesta de Trump.
Como Trump cree que todo lo de él viene del olimpo, ya él mismo bautizó su propuesta como el acuerdo del siglo. Empero, fue rechazado tanto por el presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas y por el líder del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) IsmailHaniye quienes lo han rebautizado con el nombre de la bofetada del siglo. Sobre dicha propuesta, el consultor y experto en asuntos de Medio Oriente Nizar Farsakh ha manifestado que “la misma es exactamente todo lo opuesto a lo que piden los palestinos”. Y, el experto en geopolítica y presidente del Grupo Eurasia Ian Bremmerafirmó que, «la única novedad del plan es la aceptación por parte de EE.UU. de dos Estados independientes”.
Desde esa perspectiva, con dicha propuesta se procura legitimar la violación a la resolución 181 de la ONU que declaró a Jerusalén territorio internacional. Se confirma que ese conflicto tiene como arquitecto a EE.UU. ya que en la actualidad 136 países reconocen a Palestina como Estado soberano. Asimismo, con la propuesta de reconocerle soberanía a Israel en una parte importante de Cisjordania también se violaría la resolución 446 de 1979 del Consejo de Seguridad que manifestó que, “losterritorios ocupados desde 1967 no tienen validez legal y constituyen un serio obstáculo para el logro de una paz completa, justa y duradera en el Oriente Medio”.
Autor es Geopolitólogo, Abogado, Catedrático & Comunicador