El madurismo al borde de la muerte

Por pregoadmin

Por: Javier Vivas Santana |@jvivassantana


Los acontecimientos políticos y
militares que se están desarrollando en Venezuela desde la madrugada de este 30
de abril en el marco de la llamada Operación Libertad, marcan la debacle
definitiva del madurismo.

En efecto, que Diosdado Cabello salga
a llamar a los colectivos armados a defender a Miraflores, mientras al momento
de redactar estas líneas se desconoce la ubicación de Nicolás Maduro, así como
su “gabinete”, y más aún, sus gobernadores y alcaldes prácticamente escondidos
en sus estados, mientras parte de una Fuerza Armada ha liberado al líder
opositor Leopoldo López de su prisión domiciliaria, es un signo de que no hay
nada “normal” en Venezuela, sino por el contrario lo que existe es una alta
tensión política y de alzamiento de unidades castrenses en Venezuela, siendo la
base aérea Francisco de Miranda, mejor conocida como La Carlota, ubicada en
Caracas el centro de la rebelión militar.

El madurismo desde hace tiempo
agoniza. Se ha mantenido en respiración artificial por un grupo de militares que
traicionaron la Constitución y que ha sometido con represión al pueblo de
Venezuela. Este 30 de abril, el hecho de que militares, entre ellos unos 40
generales, y otras unidades de los distintos componentes de la Fuerza Armada
hayan salido junto con la población a luchar por la libertad y la democracia,
aún a costa de sus vidas nos coloca en una nueva batalla de independencia.

El país ha visto como en los últimos
seis años la criminalidad política del madurismo ha llenado a Venezuela de
sangre, hambre y miseria. Presos políticos, crisis económica y social, y sobre
todo una población empobrecida es lo que ha dejado este lastre y bazofia de
neototalitarismo, razón por la cual, si ya se obtiene el apoyo militar en
contra de Maduro, se hace imprescindible que la mayoría de la población salga a
la calle a manifestar en contra del régimen no habrá posibilidad alguna que el
madurismo pueda seguir resistiendo, salga decida masacrar a la población en
cantidades inimaginables, pero es la única manera de terminar por hacer
implosionar a la denominada coalición dominante,

El madurismo boquea redes sociales y
las telecomunicaciones, y miente descaradamente por boca de Jorge Rodríguez,
ministro de propaganda del régimen en el canal del Estado de que todo está
“normal” en Venezuela, lo cual nos recuerda las palabras de Jose Vicente Rangel
el 11 de abril de 2002, cuando aseguró que todo estaba “excesivamente normal”,
y terminó con el derrocamiento parcial de Chávez que en ese momento contaba con
la mayoría de apoyo de la población, un hecho que en este momento de la
historia no acompaña a Maduro porque ese mismo pueblo pide la salida de quien
lo ha sometido a la más espantosa pobreza y violación de sus derechos humanos.

El pueblo y la Fuerza Armada están en
la calle. El madurismo sabe que comienzan sus últimas horas en el poder. Aunque
sus voceros salgan a mentirle al pueblo, y decir que todo está en “normalidad”
o que estamos en “paz”. Es obvio que una situación de desastre político,
económico y social es insostenible para un régimen que ni siquiera puede pagar
más allá de 7 dólares de salario a los propios militares, aunado con la quiebra
de la industria petrolera y el colapso de los servicios públicos.

Nada podrá detener al pueblo de Venezuela y la Fuerza Armada constitucionalista para detener la retoma de la democracia y la libertad. Este 30 de abril han comenzado las últimas horas del madurismo. El madurismo está al borde la muerte. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea. 


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