Por Estarlyn Carela
Durante décadas venimos escuchando a una significativa parte de nuestra población, pedir que nuestros legisladores y demás autoridades actúen conforme a sus responsabilidades de acuerdo a sus funciones. Por primera vez. podemos ser testigos de esa anhelada petición ciudadana.
De hecho sabemos
que muchos de esos ciudadanos visionarios y conscientes valoran el trabajo de quiénes cumplen realmente con sus responsabilidades legislativas.
El Gobierno cuenta con ministerios para cada renglón en los distintos sectores de la sociedad, por lo que tengo la convicción de que nuestros congresistas no deben asumir el compromiso de entregas minúsculas como ha sido la costumbre durante décadas ( raciones alimenticias, materiales de construcción, etc.). Para que una comunidad se desarrolle cada ciudadano, sus autoridades deben jugar su rol en este último renglón desempeñar la función por la que fue elegida.
Tal vez algunos critican a quienes no están repartiendo dádivas en las comunidades, ahora bien cuando un pueblo decide votar por una opción diferente es precisamente para obtener resultados diferentes.
En el dicho popular está la clave «no me regales pan enséñame hacerlo», otro similar «no me regales el pescado enséñame a pescarlo».
Por tales razones entiendo que los pasos para lograr zonas productivas en la provincia Samaná por parte del senador Pedro Catrain, quien desde que asumió su responsabilidad ha demostrado interés en el desarrollo colectivo de su demarcación. Estoy convencido de su capacidad para contribuir en el desarrollo socioeconómico y turístico de la provincia. Cuidado si la mejor representación senatorial para Samaná.
Por eso la importancia de recordar las funciones de un legislador:
Representar los intereses de el país, en especial los de su provincia.
Legislar a favor de la aprobación de proyectos que sean de beneficio para la colectividad.
Fiscalizar los recursos del Estado para que sean debidamente administrados.