Venezuela necesita “Pan”; pero primero le llevaron “Circo”

Por pregoadmin

Por Silvano A. Rodríguez


“Panem et Circences”, es la histórica frase, en latín, del famoso poeta romano Juvenal, quien vivió entre los siglos I y II de la Era Cristiana; y cuya traducción al Castellano se definió como “Pan y Circo”; porque la misma se refería al obsequio de trigo y entradas para el circo, al describir una cínica modalidad de los emperadores romanos de esa época, con la solapada intención de mantener a los ciudadanos alejados del mundo político.

Con la política de “Pan y Circo” para el pueblo, en la Roma Imperial, se organizaban grandes espectáculos; y constantemente se practicaba la distribución de alimentos de manera gratuita.  Los combates de los gladiadores; carreras de cuadrigas; luchas de fieras; representaciones teatrales y los alimentos que se distribuían, se convirtieron en las dos grandes herramientas de control social. 

No es sinó hasta mediados del siglo III, de la Era Cristiana, cuando el Emperador Constantino, primer Emperador Romano que se convirtió al Cristianismo, prohibió la condena a muerte ante las fieras y Roma entra en crisis con la difusión del Cristianismo.  Los espectáculos cambian de valor popular en el desempeño determinante de la estructura ética y moral de la mentalidad romana.

Pero, ¿Qué ha pasado con el transcurso del tiempo; a pesar de que ya el imperio romano ha desaparecido?  Pues que los pueblos; aunque no son romanos, siguen divirtiéndose y siguen siendo controlados por el ofrecimiento de “Pan y Circo”.  Particularmente, en nuestros gobiernos dominicanos hemos sido sometidos al “pan y circo” por cientos de años; pues esos desfiles de “Carnaval” y la repartidera de funditas y cajitas en determinadas épocas son el “pan y circo” de la actualidad que practican nuestros actuales “emperadores”.

Este viernes 22 de Febrero, los “emperadores” modernos, que pretenden hoy sábado, 23 de Febrero distribuir pan entre los venezolanos, le ofrecieron un tremendo circo de entretención por mas de 12 horas; a quienes tal vez, al recibir el pan hoy, ni hambre tengan, por la “embriaguez” emocional que les produjo el circo de ayer.


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