Urólogo Pablo Mateo dice es alarmante la cifra de hombres con disfunción eréctil debido al uso de vaper y cigarrillos

Por Rodriguez

Por Nena Rodríguez

El Pregonero, Santo Domingo.-El urólogo Pablo Mateo dijo que es alarmante la cifra de aumento de disfunción eréctil en los jóvenes en el país, y que pacientes que sufren de disfunciones sexuales, no lo mencionan abiertamente en la consulta.

«Tú ves un joven de 35 años con una disfunción que no es hipertenso, no es diabético, pero cuando le preguntan, los hábitos, usan vaper o consumen marihuana”, reveló Pablo Mateo.

El doctor Pablo Mateo sostuvo que es un problema alarmante, porque si están vinculados a hábitos dañinos como los usos de la vaper, el cigarrillo u otra sustancia, afectando principalmente a los jóvenes, muchas veces sin condiciones previas como hipertensión o diabetes, y además, la obesidad contribuye a esta enfermedad.

Asimismo, abordó en cuanto a los tratamientos, afirmando que lo más importante es un diagnóstico adecuado, es decir, dependiendo de la causa subyacente, que puede ser: circulatorio, psicológico, hormonal y que el paciente no se puede automedicar solo porque existe una difusión leve, moderada y severa, advirtiendo que los cigarrillos y las vaper dañen el sistema de la parte interna de la arteria del cuerpo.

“Porque las disfunciones pueden ser de problema circulatorio, pueden ser de problema hormonal, de problema psicológico, de problema situacional. La mayoría de ésos pacientes tienen trastorno en la circulación, porque para producirse una erección se necesita que se llene de sangre; lo que hacen el cigarrillo, el vape, la juca, so daña el sistema, la parte interna de las arterias, y no permite que la sangre llegue de manera adecuada». “Hay diferentes tipos de disfunciones que van desde leve, moderada y severa», informó el experto en el área.

El urólogo agregó que existe tratamiento para la difusión en el país, pero que se tiene que tener un diagnóstico para evaluar el procedimiento que lleva, que incluye terapia psicológica, medicamentos, inyecciones, bomba vacía, ondas de choque o en casos más severos, conlleva cirugías.

 

«Tener un buen diagnóstico es lo primero, porque muchas veces tenemos un paciente con una condición que probablemente lo que necesita es una terapia. Va a depender de cuál sea la condición del paciente. Pueden ser medicamentos, pueden ser inyecciones, pueden ser bombas al vacío, pueden ser ondas de shock de baja intensidad, que son toques que se dan en la piel”, manifestó Carlos Mateo.

Recalcó que muchos hombres no confianza que tienen esa condiciones consulta que por ende le gusta que vayan acompañada de su pareja porqué la mujeres tienden ser más abierta en el tema. “La difusión todavía hoy en día, como tú acabas de explicar, muchas veces el paciente estando en la consulta obvia esa condición, aun padeciéndolas”, confesó.

También se refirió a las opciones de tratamiento para hombres con cáncer de próstata y cómo la esfera sexual se ve afectada, especialmente en los casos donde se requiere cirugía. Muchos pacientes con diagnóstico de cáncer de próstata pueden tener disfunciones sexuales moderadas o graves. En ese caso se le hace una cirugía.

«Yo soy el que abogo, porque ese hombre que se denota con un cáncer de próstata, que muchas veces no tiene acceso a una terapia, vamos a decir, a un robot, a una laparoscopía, que hay que hacer una cirugía abierta, lo más probable, casi seguro, que va a repercutir en su esfera sexual», dijo el urólogo en su entrevista en el programa “En Mariasela”.

Culminó agregando que existen dos tipos principales de implantes: el implante maleable, que permite una erección constante sin necesidad de activación, y el implante inflable, que requiere ser activado para producir una erección y desactivado para volver a la flacidez. Los pacientes que optan por estos implantes, según estudios, suelen estar muy satisfechos, con más del 90% de ellos lamentando no haberlo hecho antes.

Según el especialista, la disfunción eréctil (impotencia) es la incapacidad para lograr y mantener una erección lo suficientemente firme como para tener relaciones sexuales.

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