Una Familia Sana en un Mundo Enfermo

Por Javier Fuentes

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Una reflexión Teológica.

Texto Base.

Juan 1:1 “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”.

Griego koiné, Ἐν ἀρχῇ ἦν ὁ λόγος, καὶ ὁ λόγος ἦν πρὸς τὸν θεόν, καὶ θεός ἦν ὁ λόγος. · ​​ ;

Transliteración.

Pronunciación del texto en griego: “En arjé en ho logos, kay ho logos en pros ton theón, kai theos en ho logos”.

(la h suena como J).

Se puede traducir tal como lo tiene la biblia versión Reina Varela 1960 y, en mi caso tomando en cuenta la gramática, etc.., al haber estudiado griego bíblico, lo hice de la manera siguiente:

<<En principio estaba la palabra, la Palabra salió de dentro de Dios y la palabra volvió a dentro de Dios>>.

Referencia: Bíblica Interlineal

Ἐν

/En

ἀρχῇ/ principio

ἦν/ estaba siendo

ὁ /la

λόγος, /Palabra

καὶ/ y

ὁ/la

λόγος/

Palabra

ἦν/estaba siendo

πρὸς/ hacia

τὸν/a

θεόν,/Dios

καὶ/y

θεὸς/Dios

ἦν/estaba siendo

ὁ/la

λόγος/Palabra

Esto nos dice que la palabra (logos) y Dios (theos). Una misma cosa son; de la misma <<esencia y sustancia>>. Consustancial uno y otro.

Aunque no es una clase de griego, quise hacer esta referencia para que entendamos mejor porque la Palabra salió del Poderoso y la Poderosa Palabra vuelve de donde salió, es decir; de su esencia, donde estaba.

El maestro y escritor Leslie Thompson nos dice: “Que él tenía un tío y que tanto su padre como todos en su familia eran cristianos por generaciones, pero al llegar a los años juveniles, uno de estos tíos empezó a no ir a la iglesia, hacer cosas terribles que avergonzaban la familia y mucho menos querer leer la biblia».

Hasta que un día derramó la copa y su abuela con enojo le da la querella al abuelo de Thompson y este busca un látigo, un chucho, de golpear a los caballos, que tenía esa familia.

<<Llamó al hijo y en patio, el abuelo, se quitó la camisa y en presencia de todo el núcleo familiar; tomó el chucho y se lo pasó al tío del escritor (Thompson) y, le dijo: «Golpeas con todas tus fuerzas». «Golpeas con todo lo que puedas, descargas tu rabias y tu iras sobre mi espalda». Y éste joven le dice: “que yo no puedo”. El abuelo insistió: «Golpeas mi espalda». Y este joven con lágrimas en los ojos comenzó a golpear la espalda>>.

“Un hombre nórdico,  Sueco, alto de ojos azules y tez blanca, con cada golpe se le veía la marca y la sangre que brotaba”.

Que escena mas triste y desgarradora. Un hijo golpeando a su padre. Ninguno de nosotros queremos ver algo así y “menos hacerlo”.

Pero en esta escena hay algo más terrible y fue la palabra del abuelo.

Este abuelo con tanto dolor, cayó sin resistir más y, el joven bajo lloro sin palabra sumido en la desesperación se acercó para auxiliar al viejo .

Y este le dijo: “eso es lo que a diario hacemos con nuestro Padre Jesús y aun así él nos ama”. (La Persona Que Soy, pág: 110. Ed. Unilit.2003)

Como analogía: Qué estamos viendo en estos días: egoísmo, drogas, crímenes, sexo aberrante y violento, prostitucion cibernética, religiones heréticas, falsas teorías ideologícas; de géneros, morales y éticas, atracos, violaciones, robos, brujerías, mentiras, etc…

Con esta conducta golpeamos a Cristo.

La base sólida de la sociedad esta siendo destruida: la familia, la sexualidad y nuestras  profundas raíces éticas-religiosas.

Se ha montado una deconstrucción (sociedad líquida) de los pilares sólidos que dieron origen a la civilización occidental de la que somos parte.

Vamos a reflexionar en como la Palabra, desde Adán, ha estado detrás del rescate humano.

La Palabra creó y dio instrucciones a Adán en Edén. Allí mismo desde el principio le puso en su mano un manual de conducta, derechos y deberes. Pero Adán no sabía que su mala decisión lo convertiría en un parricida.

Adán iba a sufrir por ver la muerte de su hijo Abel. Pero jamás  imaginaría que 4 mil años después (cronología cristiana), matarían a su padre Jesús por su actuación.

Jehova llama a Noé, en Génesis 6:1 y le da la palabra en un mundo que se había alejado de la primera orientación, para que este construyera un refugio y estuviera preparado para los días terribles que iban a venir.

“En 120 años de predicación” solo 8 personas creyeron en el mensaje. Esta generación, hoy, de la que somos parte, está caminando igual.

La Gracia de Dios en un mundo enfermo quiso conservar una familia sana. Noé se convierte en el genuino remanente para preservarla.

Pero como todo hombre ya llevaba en su interior el <<gen de la depravación total>>, era difícil no caer, pero aun cayendo la Gracia lo sustenta.

Noé, no se conformó con simples tragos de vino tinto para celebrar haber creído, sino que se embriagó, hasta dejar ver su desnudez.

(aquí hay algo más profundo: se habla de violencia sexual de un nieto).

Una simbología de un pueblo que esta desnudo sin querer la protección de la gloria de Dios.

Dice Pablo en romanos 3:23 «por cuanto todos pecaron estan destituido de la gloria de Dios»

La cubierta de gloria que tenían Adán y Eva, (ellos), se la  quitaron. Para caminar por sus preceptos.

Noé un hombre que acababa de ver la gloria de Dios cae.

¡Increíble!

Pero lo más significativo fue creer en la verdad de un mundo que sería destruido por un diluvio dada la hibridación

Nefilim-mujeres.

Noé pronuncia una palabra de bendición para Sem, pero aun así la descendencia de Sem apóstata de la verdad.

Jehova llama a Abraham, de un pueblo de idólatras, y le da una palabra de Esperanza, le dice que en él serán “benditas todas la familia de la tierra”.

El mismo Abraham entonces miente como desconocimiento de la palabra de Fe y Esperanza, aunque luego se reivindica por la Gracia de Dios.

Notamos que la  enfermedad del pecado sigue a cada hombre.

Lo grandioso de todo es que se preserva la Familia en los días turbulentos de Abraham.

De la semilla (sperma o semen, en griego) de Abraham viene Isaac y del linaje de Isaac vienen los (Esaú y Jacob) mellizos; dos sujetos terribles, que de no haber sido por la Gracia de Dios puestas en ambos, los dos tipos, con esa naturaleza y carácter habían desaparecido.

Ellos representan el clímax de lo que es un mundo desprovisto del aprecio por las cosas de Dios, mientras uno se conformaba solo por amar su libertinaje, en marcado como libertad, la tarea del otro era estafar y engañar, que terrible mundo sin amor, ni piedad.

Estos mellizos son quienes nos dan una pista más amplia de la división dentro del núcleo de la familia, a través de sus descendencias. Vendiendo al hermano, después de lo que ya había hecho Caín.

José, es la continuación de ir mejorando la Familia, pero en principio era el espía soplón del Padre. Un acto que dejó mucho que desear de Jacob.

(Israel, después de una teofanía).

De la descendencia de Jacob habrían 12 puertas en honor a sus hijos, y cada uno de nosotros entrará por el nombre de una de ellas en función de lo que hayamos hecho en la tierra. (Apocalipsis 21:12)

¿Cuánto le ha costado a Dios mantener sana y unida la familia?

Sobre la base del libre albedrío. Ha tenido que lidiar con unos hombres malos en su naturaleza depravada.

El Dios poderoso llama a Moisés para crear una familia numerosa y bajo todos tipos de “señales y prodigios”, de la extrema explotación esclavista los liberó. Les da una tierra, los estatutos y la vigencia de la Esperanza.

¿Pudo esta familia mantenerse unida en un mundo enfermo lleno de odio y de intrigas? No

El señor selecciona a David y a pesar de esto la espada no se aparta de su familia y por demás de su reino.

Pero es la Gracia de Dios que preserva la Familia.

Con la llegada de Jesús cumplido el tiempo profético, entonces es cuando la Palabra tiene que salir de adentro del Poderoso y convertirse en carne.

Pero la maldad ha llegado a tal grado que los hombres no soportan escucharla.

Tal como la ilustración. Los mismos hijos golpean al Padre porque es la misma Palabra que les esta diciendo los malvados que son.

Dice Pablo 1 timoteo: 3:3-5. ”También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.

Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita”.

Ese es el carácter del hombre en los postreros tiempos. (hoy)

Entonces la Palabra de Dios, él mismo Jesucristo; nos esta enseñando que este mundo está enfermo y que solo por la Gracia de Dios podemos ser parte de una familia sana.

La Palabra llegó a la tierra: fue vejada, maltratada, calumniada y hoy día es alterada, adulterada y falsificada.

Pero aun así, de todo esto; nos dejó un legado: Si vives por mí, tú y tú casa serán regenerados y limpios de la inmundicias del crimen, el robo, la homosexualidad, la idolatría, la brujería, la hechicería, el divorcio, la violencia, la falsedad de los modelos que no presentan en la televisión, en el cine, en el deporte, las redes sociales, la música, la política, etc…

La Palabra dice: «si te guías por mí estarás sano en este mundo».

«Yo soy el que da la sanidad y santidad de espíritu y de alma».

Soy yo –Ego eimi–(en griego). “Tu guardador y sanador y él que te preservo por siempre guardais esta palabra que te enseñe”.

A través de las Sagradas Escrituras el Señor usa la imagen de la mujer para describir su iglesia verdadera como  refugio de un mundo que será destruido.

Isaías 26:17 “Como la mujer encinta cuando se acerca el alumbramiento gime y da gritos en sus dolores, así hemos sido delante de ti, oh Jehová”.

Isaías 54:5 “Porque tu esposo es tu Hacedor, el SEÑOR de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor es el Santo de Israel, que se llama Dios de toda la tierra”.

La iglesia verdadera es el refugio de una Familia sana y unida.

Jeremías 2:1-2  “Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Anda y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice Jehová: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada”.

Por haber andado en fidelidad en un mundo corrompido, el Señor Jesús nos tiene promesas firmes y permanentes.

En Jesucristo, ahí está la Esperanza de ser una Familia Sana en un Mundo Enfermo.