Un Think Tank para el PLD (1/2)

Por pregoadmin

Por José Joaquín Bencosme


Luego de 16 años ininterrumpidos en el poder, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) cierra un ciclo en el que ha conseguido aportar innumerables avances al país, aún con sus errores, que son muchos, y algunos tan notables que no se pueden ocultar. Le ha tocado al presidente Danilo Medina entregar el poder, bajo la afección de una pandemia que ha arrodillado al mundo, poniendo sobre el tapete la disyuntiva de salvaguardar la economía y/o la vida como elementos imprescindibles para mantenernos a flote.

Hernán Gómez Bruera, analista político mexicano, publicó en el 2013 el libro “Lula, el Partido de los Trabajadores y el dilema de la gobernabilidad en Brasil” en el cual analiza los problemas a los que se vio enfrentado el Partido de los Trabajadores (PT) en Brasil para poder mantener la gobernabilidad (definida como la capacidad de un partido político en el poder para lograr que las cosas se hagan), la cual clasificaba en tres renglones: política, económica y social.

Entendemos que el PLD vió mermada la gobernabilidad social a mediado de este gobierno que ya pronto concluye, producto de la pérdida de apoyo de parte de la sociedad civil y el aumento de la agitación social, luego de destaparse el esquema de sobornos que tenía organizado Odebrecht, además de la generación de un descontento social por la suspensión de las elecciones de febrero. De la misma manera, perdió la gobernabilidad política puesto que la mayoría congresual cambió desfavorablemente para Medina, producto de la ruptura con el otrora líder Leonel Fernández, ex presidente del PLD, quien terminó creando su propio partido La Fuerza del Pueblo (LFP).

Dichos acontecimientos dejan al PLD en la oposición, con su participación congresual reducida en gran proporción, habiendo perdido 32 diputados y 20 senadores, sin embargo, reteniendo el título del partido mayoritario de oposición. No obstante, esto no significa el fin de ese partido político o que va hacia la deriva, ya que posee una inmensa cantidad de jóvenes esperando que se le permita relevar y tomar la conducción y dirigencia de ese legado de Bosch a la República Dominicana, el cual debe ser reconducido hacia otros caminos acordes al siglo XXI.

Por esta razón consideramos, que el PLD debe rescatar una de las características que lo hacía admirable por la población dominicana y los demás partidos cuando era un partido de cuadros. Esto era, su gran nivel de estudio y evaluación de los acontecimientos nacionales e internacionales. Nunca dicho partido, había contado con una dirigencia juvenil tan preparada como lo está hoy, producto de sus propias políticas públicas en el poder.

Numerosos partidos políticos de la región poseen sus centros de pensamientos (think tanks, por nombre en inglés) internos a partir de los cuales se estudian y desarrollan políticas públicas en favor de la sociedad.

Algunos think tanks pertenecientes a partidos en américa latina son: la fundación Perseu Abrabmo del Partido de los Trabajadores de Brasil, Chile 21 y Expansia del Partido Concertación de Chile, la Academia del Pensamiento Conservador (APC) del Partido Conservador Colombiano, IPADE del Movimiento Renovador Sandinista de Nicaragua, entre otros.

Es tarea del nuevo congreso del PLD, ver como introduce a la estructura partidaria, un think tank, y dedicar los recursos económicos concerniente a formación política en la ley de partidos a este futuro organismo (y por qué no, algo más), además de permitir que a través de este que los jóvenes con altos niveles de formación pertenecientes a la institución que no intentarán conquistar plazas en una futura convención interna y tienen interés en aportar ideas para la formación de políticas públicas, se integren y sientan que aportan a la causa peledeísta.

Dicho lo anterior, me dirijo a la actual dirigencia del partido, en la persona de su presidente Temístocles Montás, su secretario general Reinaldo Pared Pérez, y sus miembros más sensatos, para que den un paso al frente y se coloquen del lado correcto de la historia al convertirse en motorizadores de la reforma más profunda y abarcadora que partido alguno haya tenido en la historia política dominicana.


 El autor es ingeniero y miembro del Partido de la Liberación Dominicana.


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