Por Kelvin Ortiz Faña
Ayer, el presidente Luis Abinader dijo que no se metía en temas políticos con respeto a las candidaturas presidenciales del Partido Revolucionario Moderno (PRM) tras Raquel Peña revelar su sueño de ser presidenta de la República.
No era la respuesta que esperaba de Abinader, ya que es el líder del PRM y tendrá que ser juez en la elección del candidato o candidata para las elecciones del 2028, pero Raquel Peña, debe tener cuidado y no ser la semilla de la discordia en ese partido ni la causa de una división.
Raque Peña tiene todo el derecho legítimo de aspirar a la Presidencia, como los demás presidenciables del PRM, de hecho, está a tiempo, pues la ley electoral establece fecha ciertas en las aspiraciones, lo que no han hecho los demás de sus compañeros que han manifestado y están haciendo campaña, pero la culpa no es de ellos, fueron las acciones del presidente Abinader, que han desatado una aspiraciones a destiempo.
Raquel, sin lugar a dudas, representa la continuidad de Abinader, ha sido clave en resolverles temas que él le ha encomendado en diferentes misiones de representación de Gabinetes y se ha ganado la confianza y el apoyo del pueblo dominicano. Creo, que es la única vicepresidenta que nunca ha maltratado a nadie ni ha ofendido a nadie, que es mucho decir, pese a sus responsabilidades que ha tenido que asumir.
El tema aquí, es que ella nunca ha participado en las reuniones de los presidenciables del PRM con Abinader y, podría verse como una imposición su candidatura y las imposiciones, nunca terminan bien, aunque se le alegue su legitimidad de aspirar como establece la ley de partidos políticos.
Vamos darle tiempo a tiempo, en los próximos días se verá si ella tiene aspiraciones o tan solo fueron unas palabras estratégicas para tumbar el tema de la turista desaparecida en Punta Cana. Las próximas mediciones en las encuestas, hablarán.
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