Luís Abinader, más allá de la reelección

Por Redacción Elpregonero

Por Richard Pérez


Desde los orígenes republicanos, América Latina ha sido la cuna del mesianismo continuista y la ambición desmedida por el Poder. Con garras afiladas y penetrantes, cientos de mandatarios se enquistan en el Solium Presidencial, y cuando salen de él han querido volver no importa Constitución, ni los impedimentos éticos y morales.

Pero lo más penoso, es que los estadistas de Latinoamericana, no han generado los cambios y las transformaciones institucionales y culturales para romper con el atraso que ha creado la vieja política caudillista, con honrrosas excepciones.

Hoy República Dominicana, tiene la gran oportunidad de oro, de romper ese antiguo esquema crónico, funesto, caótico, de desorden y debilidad institucional; aprovechando la llegada de un nuevo Presidente, que ejecuta una obra de gobierno muy poco vista en historia política nacional, caracterizada por la honestidad, la trasparencia, la desconcentración y decentralización del Poder. El Jefe de Estado en esta ocasión, no es el eje y foco de atención de sus actuaciones, sino la gente y las instituciones. Este estilo y forma de gobernar, se convierten en el sello de las grietas que han desangrado la institucionalidad del país por cientos de años.

Hasta ahora y esperamos así continúe, Luís Abinader no ha dado el mínimo indicio de esos deseos infinitos por mantenerse en el Poder más allá de los mandatos que le otorga la Constitución, mucho menos la intención de modificación a la Carta Magna para regresar después de irse.

Hemos visto durante estos tres años de gobierno, la importancia del funcionamiento del Estado, por encima de la particularidad del Presidente.

Debemos ver la reelección de Luís Abinader, como el punto de partida para que la República Dominicana definitivamente emerja del fango que no le ha permitido posicionarse como una nación en pleno desarrollo.

Con la reelección de Luís Abinader y nunca más, deberá cerrarse las puertas del pasado para que entren los nuevos aires frescos, limpios, sin contaminación, y así renazca nuestra Patria amada.


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