Por Luis Encarnación Pimentel
Aun con tareas y anuncios del propio presidente Abinader por ejecutar, no hay dudas de que en la actual gestión y con el equipo que acompaña al canciller Roberto Álvarez en Cancillería, el servicio exterior dominicano ha experimentado importantes cambios y avances institucionales.
Sin mucho rebuscamiento, en materia de fortalecimiento se puede citar, por ejemplo: – La resolución que establece el salario y dotación por destino en base al rango diplomático, no de capricho ni de padrino.
– Implementación del seguro médico internacional de manera colectiva a los funcionarios diplomáticos en el Servicio Exterior (¿se imaginan un servidor enfermo en el último rincón del mundo sin seguro y quizá sin un peso? Sencillo, era irresponsable y criminal).
-Rotación de personal al término de 4 años de servicio en un destino. -Selección del personal diplomático bajo su perfil profesional en el área bilateral y multilateral, respectivamente.
– Eliminación de personal cobrando, pero “con asiento en su casa”.
– implementación de una estructura definida de imagen del Ministerio, con el establecimiento de correos electrónicos institucionales y sitios web de las embajadas dominicanas en el exterior bajo un mismo dominio digital “mirex.com.do”.
-Y capacitación constante de los funcionarios diplomáticos a través del Instituto de Educación Superior en Formación Diplomática y Consular.
El 22 de mayo pasado el presidente Luis Abinader dio a conocer en su cuenta 4 mensajes que habrían caído como especie de bálsamo entre buena parte del personal dominicano en el Servicio Exterior que espera mejoría y reconocimiento a su desempeño y dedicación. El presidente escribió los estimulantes mensajes:”
Continuando con el proceso de reforma del Estado y fortalecimiento institucional, he instruido al ministro de Relaciones Exteriores a tomar medidas importantes en el ámbito diplomático. En primer lugar, proceder, por primera vez en la historia diplomática dominicana, con los ascensos colectivos del personal del @mirex conforme lo establece la normativa vigente y la evaluación del desempeño de los funcionarios. En segundo lugar, dado la falta de reconocimiento de derechos que le asistían a funcionarios diplomáticos aun activos que cumplieron con los requisitos establecidos de tiempo, mérito y profesionalización, instruí proceder con la terminación de su incorporación a la Carrera Diplomática. Finalmente, convocar de inmediato a un concurso público de libre competición para el ingreso de una nueva promoción a la carrera administrativa especial”.
Hasta ahí todo bien, muy bien, pero la expectativa y las buenas nuevas para una personal que – con méritos sobrados – esperaba con ansías noticias y acciones oficiales al respecto – se ha quedado en una larga espera. Aunque hubo algunos ascensos, merecidos, de funcionarios de carrera, no ocurrido con grueso de diplomáticos de libre nombramiento y remoción, pese a tener un dilatado y eficiente servicio a la nación. Las albricias anunciadas el 22 de mayo por el jefe del Estado, no sabemos si por el mucho ajetreo con las iniciativas de reformas en estudio y en curso, parecería que han caído en alguna gaveta de mucho fondo. Por si no es descuido, sino solo un olvido -y dada la trascendencia del expediente- es que se lo recordamos, en la esperanza de que el gobernante, el canciller Álvarez y vice José Julio Gómez, entre otros, concluyan con éxito el proceso. Y muchos lo agradecerá[email protected]