Por: Pedro René Almonte M.
Quiero comenzar disculpándome con ese erudito y oráculo de la política dominicana, ese que como un Buda quisqueyano, vamos todos a su morada a pedir su consejo y a tocarle la barriga. Ahí sentado en un sillón con una mesita en frente, con una libreta y un bolígrafo, sin olvidar el teléfono al lado, moviendo todo un mundo sin tener que salir de su comando, allá por las zonas encumbradas de Arroyo Hondo. Sin mencionar su nombre, ya el político que lea esto, sabe de quién hablo.
Ese sabio de la política dominicana, intentó relacionar la hazaña realizada por Lula con una vuelta de Leonel al poder. Sin embargo, en la práctica poco tiene que ver un personaje con otro. No son muchos los personajes de la historia que han salido de la cárcel para instalarse en el palacio de donde se gestionan los destinos de un país, y Leonel no es uno de esos.
Siguiendo con las discrepancias entre uno y otro;empecemos por sus orígenes en la política. Lula comenzó como un miembro de los poderosos sindicatos de la metalurgia en Brasil por aquellos tiempos, donde escaló hasta ser su principal líder, luchando en las calles por las reivindicaciones de los trabajadores brasileños. En cambio, Leonel fue un alumno aventajado y talentoso de una escuela de pensamiento fundada por Juan Bosch, que se ha leído cientos de libros; un intelectual dominicano que se dedicó a la política, pero nunca de la misma forma que Lula. Yo pudiera comparar a Lula con Danilo Medina,según los perfiles de cada uno.
En tal sentido, crear el efecto contagio Lula – Leonel, no sólo no se cumplirá, si no que la opinión del sabio que mencioné allá arriba, está barnizada por el interés y no por la razón. Leonel no es Lula; Republica Dominicana no es Brasil; los dominicanos no son los brasileños; el poderoso partido de los trabajadores (PT); no es la recién creada Fuerza del Pueblo (FP). Lula es un operador político, Leonel para esos fines tuvo a Danilo y después a Félix Bautista…
La única similitud entre Leonel y Lula es la L.