Leonel Fernández en escrito hace una apología del triunfo de David sobre Goliat

Por pregoadmin

El Pregonero, Santo Domingo.- Para la generalidad de las personas, en todo conflicto, el poderoso ha de vencer al débil; el grande al pequeño; el rico al pobre. Sin embargo, no siempre es así. Muchas veces ocurre al revés.

De esa forma introduce Leonel Fernández su artículo “David contra Goliat: Un combate que trasciende los tiempos”, publicado en su columna Observatorio Global, del Listín Diario y Vanguardia del Pueblo Digital.

El presidente del Partido de la Liberación Dominicana hace alusión a esa epopeya en la que David con una honda y piedra, sin tener espada en su mano venció a Goliat, un gigante de 9 pies y 9 pulgadas, cubierto con una pesada armadura.

El expresidente de la República tras una explicación histórica de las confrontaciones bélicas entre los israelitas y los filisteos, refiere que de acuerdo con los estudiosos de las Sagradas Escrituras, esa batalla fue decisiva en la vida del pueblo hebreo.

“Fue el momento más tormentoso en que había caído, ya que, como consecuencia de esa batalla, los filisteos se habían quedado con el Arca de la Alianza, vínculo sagrado del pueblo con Dios”.

Relata que Goliat desafió a Israel proponiendo que saliera uno de sus hombres a enfrentarlo en combate, y que si él perecía entonces los filisteos quedarían sujetos a Israel. “Pero, por el contrario, si el vencedor era él, entonces los israelíes quedarían sometidos a la condición de siervos de sus adversarios”.

“He aquí, sin embargo, que en medio de esas circunstancias, surge la figura de David. Este había sido enviado a la zona de combate por su padre, para llevar alimento a sus tres hermanos mayores, quienes estaban al servicio de las tropas del rey Saúl”, explicó.

Destacó que hasta ese momento, a David no se le conocían condiciones de guerrero y que solo se había dedicado al pastoreo de ovejas y a tañer el arpa.

En su reflexión Fernández subraya que esta situación ocurre cuando una idea, una causa justa o un sentimiento de indignación se apoderan del alma de un pueblo que ya no resiste el abuso, la intolerancia o la arrogancia del poder. “Es entonces, en esas circunstancias, que se producen las batallas y combates que trascienden los tiempos, como cuando David derrotó a Goliat”.


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