Hemos perdido la capacidad de asombro, la empatía y hasta la humanidad, sólo así se puede entender que un adolescente muera por que un policía persiguiendo a un delincuente y terminó matando a alguien que no tenía vela en el entierro .
¿ Es por que era pobre ? ¿Sabana Grande de Boyá queda muy lejos ? Cuál es la explicación para que como con otros casos el escándalo no haya sido mayúsculo ? Ojo, No se soluciona nada con el escándalo, pero como somos como somos, pero queda la esperanza de que las cosas cambien y sobre todo para que la versión que finalmente se presente sea la real y no terminen matando dos veces a la víctima si real efectivamente lo es, por aquello de que entre bomberos no se pisan la manguera, no es el primer fallecido a manos de un gatillo alegre y se usa el término, porque no hay forma de entender como los uniformados continúan disparando a tontas y locas, sin tener la certeza de a quién le están causando un daño.
El daño está hecho, un joven ha perdido la vida, como otros tantos y no parece haber más cambios que el hecho de que la policía entregue al victimario, pero una y otra vez la situación se sigue repitiendo y luego nos preguntamos porque la sociedad teme e irrespeta a la Policía Nacional, más allá de la consternación de las autoridades y de quienes se han hecho eco, de alguna manera hay que cambiar la mentalidad de los miembros de la misma para que sus intervenciones sean acorde a la ley y no a la época de concho primo.