Por: Laura Jiménez. Comunicadora Social.
Quienes hemos apoyado a Organizaciones sin Fines de Lucro a alcanzar sus metas, ya sea cubriendo necesidades básicas de personas poco favorecidas o llevando programas educativos a lugares lejanos del país, así como insumos médicos, acceso a agua y creando oportunidades en entornos donde progresar o vivir medianamente parece imposible, entendemos que el Estado se daña a sí mismo cuando decide excluirlas del Proyecto de Ley de Presupuesto para el año 2021, porque las ONG realizan el trabajo que por obligación debería ejecutar el gobierno desde sus diferentes dependencias.
Excluirlas es desconsiderar a aquellas personas que con sus dones, talentos y buen corazón han dedicado parte importante de su tiempo y recursos para cambiar la historia de miles de dominicanos, a quienes han ayudado a salir de la pobreza material, espiritual y mental, empoderándoles a través de la formación técnica y en la creación de pequeños negocios.
Hace un mes el Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo a través del Centro Nacional de Fomento y Promoción a las Asociaciones Sin Fines de Lucro, excluyó, sin criterio alguno, del presupuesto para el 2021 a más de 200 organizaciones, justo cuando los gobernantes están llamados a ser solidarios por los retos actuales y los que enfrentaremos producto de la pandemia por COVID19.
En el año 2002 Europa creó un fondo solidario para dar respuesta a los Estados socios en caso de catástrofes como la que azota al mundo, distintas organizaciones incluyendo las no lucrativas pertenecientes a los países aliados a la Unión Europea tienen acceso a dicho capital.
La decisión de excluir a las ONG cuando la población necesita mayor protección, no hace más que aumentar la deuda social que tiene el Estado dominicano con los desprotegidos, condenándoles a continuar viviendo en la pobreza.
Mejorar la calidad de vida y asistir a adultos mayores, discapacitados, enfermos crónicos, contribuir al desarrollo de las comunidades rurales, educar a niños y jóvenes, es sólo una parte del trabajo voluntarioso que realizan las Asociaciones sin Fines de Lucro.
Reducir el presupuesto a estas organizaciones no es la solución, porque provocará un aumento de la pobreza y ampliaría vertiginosamente la brecha social estropeando los años de trabajo, investigación y el desarrollo social alcanzado en nuestro país.
Ahora la comisión especial bicameral del Congreso Nacional que estudia el Proyecto de Presupuesto General del Estado para el 2021 ha dado el visto bueno para la aprobación del mismo, está en manos del presidente Luís Abinader enmendar este error.