Por Roberto Eugenio
En ocasión de celebrarse hoy 31 de enero de 2018 “El Día Nacional de la Juventud” fecha en que recordamos también el fallecimiento del entregado sacerdote y educador italiano, Juan Melchor Bosco, mejor conocido como “Don Bosco”, el cual es considerado el “Padre y Maestro de los Jóvenes”.
Don Bosco entregó su vida en favor de los jóvenes, especialmente en su formación religiosa y laboral. Su legado traspasó fronteras, religiones y dejó una gran lista de beneficios tangibles y de formación por y para la juventud.
En esta fecha también y en miras de fortalecer esta etapa tan importante de la vida se promulgó la Ley 20-93 que declara el “Día Nacional de la Juventud” y establece el “Premio Nacional a la Juventud”.
Esto evidencia de que los jóvenes se han destacado con su potencial, ejemplo y entrega, que son un referente de la sociedad por lo que debe ser apoyada en toda la dimensión posible.
Sin embargo, la juventud dominicana está atravesando por momentos difíciles que provocan dudar de los valores inculcados, dentro de ellos podemos mencionar el uso de estupefacientes, los viajes ilegales, el alcoholismo, la deserción escolar, entre otras situaciones.
Estas circunstancias tienen sus orígenes en su mayoría debido a la falta de oportunidad que se les brinda a nivel general y al poco apoyo que reciben de la sociedad.
Los jóvenes dominicanos son portadores de múltiples valores que han sido corroborados en distintas épocas de nuestra historia patriótica, en su camino hacia la libertad, la democracia y la justicia social.
La existencia de un día dedicado a la juventud puede servir de estímulo a la conciencia ciudadana, pero, las diversas organizaciones del estado y de la sociedad civil, deben contribuir más al desarrollo de los jóvenes, sobre todo en nuestros barrios más marginados, donde es más necesario propiciar una juventud más consciente de su rol y de su responsabilidad.
Debemos apoyar, vigilar, e incentivar más a la Juventud, cuidar más ese tesoro de la sociedad.
¡Yo creo en los Jóvenes!