Faride Raful: “Durante más de dos años intentaron comprarse una segunda reforma constitucional reeleccionista”

Por pregoadmin

El Pregonero, Santo Domingo.- La candidata a senadora por el Partido Revolucionario Moderno en el Distrito Nacional, manifestó en el manifiesto que le tocó leer en representación de los partidos de la oposición la tarde de hoy, dijo que desde el Gobierno, se intentó por dos años comprarse una segunda reforma constitucional reeleccionista.

“Durante más de dos años intentaron comprarse una segunda reforma constitucional reeleccionista”.

Aquí el manifiesto completo de Faride Raful.

Faride Raful:

Nos congregamos hoy, en el mes de la patria, para proclamar nuestra firme e irrevocable decisión de luchar para restaurar la institucionalidad democrática hecha pedazos por quienes se han erigido por encima del interés nacional buscando perpetuarse en el poder y seguir apropiándose impunemente una alta proporción del ingreso nacional.

Esta marcha es una contundente demostración de la indignación y la consternación producida por el descarado asalto al sistema electoral ejecutado el 16 de febrero recién pasado para impedir que la ciudadanía patentizara la fatiga y el hartazgo que han generado los abusos del patrimonio público y el secuestro y la  manipulación de las instituciones.

Nunca en la historia de esta nación se había producido una confluencia de 13 partidos, de distintas concepciones ideológicas y programáticas, y con tan distintas candidaturas, tres de ellas presidenciales, con numerosas organizaciones sociales. Para decirle a todo el que quiera escuchar que nos mantendremos alertas, en coordinación, para rescatar la institucionalidad democrática e imponer el imperio de la ley y de los principios democráticos. Entiéndase bien, esta es la marcha por la democracia!!! Bajo la consigna “mi voto se respeta”!!!

Se planificó y ejecutó un bloqueo de las elecciones municipales cuando vieron que sufrirían en las urnas uno de los más dramáticos rechazos de la historia electoral dominicana. Porque el cuerpo social viene mostrando fatiga por los abusos del Estado, por la inseguridad ciudadana, el crecimiento de la desigualdad que arrincona gran parte de la población y la condena a la pobreza, y por los más altos niveles de corrupción e impunidad, que incentivan la delincuencia en todas sus expresiones.

El asalto de las elecciones municipales forma parte de una cadena de intentos por  quebrantar la institucionalidad democrática, que se han venido estrellando contra la herencia libertaria sembrada por los trinitarios y padres fundadores de la República, y abonada por la sangre y el sudor de los dominicanos y dominicanas en 176 años de historia republicana.

Durante más de dos años intentaron comprarse una segunda reforma constitucional reeleccionista, proclamando abiertamente un inmoral mercado de compras de legisladores, pero se encontraron con la firme voluntad de nuestros partidos, la resistencia de nuestros legisladores  y la determinación de las más diversas expresiones de la sociedad civil.

Obligado el presidente a capitular, empezaron a manosear otro intento de reforma constitucional que pretendía reunificar las elecciones municipales con las presidenciales y congresuales, buscando colar la eliminación del mandato constitucional de sólo dos períodos de gobierno y nunca más.

Aferrados al poder no vacilaron en apelar a los mayores abusos del Estado en las elecciones primarias del partido gobernante, montando un público mercado de compras de votos y cédulas paras imponer un delfín como candidato presidencial, a costa de una profunda división.  

Aun así, con desproporcionada prepotencia, el mandatario invitó a que se fueran  de su partido todos los que quisieran, proclamando que con los que quedaran él, sin ser candidato, va a ganar las elecciones. Fue un juramento ominoso, indicativo de su disposición a pasar por encima de todas las instituciones y de la voluntad ciudadana.

Esa determinación lo llevó a proclamar días antes de las elecciones municipales, que no había forma de que pudieran perderla, invitando a sus parciales a activar  una plataforma para perseguir a los empleados del Estado y a los beneficiarios de subsidios sociales para llevarlos a las urnas, burlando los principios constitucionales y legales.

Después el presidente de la maquinaria se ufanaría en televisión de sus capacidades para identificar a quienes no acudan temprano a las urnas y perseguirlos.

Llegamos a la cita electoral del domingo 16 con los mismos abusos y extrema desigualdad en la propaganda, con recursos ilimitados por la extorsión a empresarios, especialmente suplidores y contratistas del Estado, y por el reparto de contratos grado a grado a empresas vinculadas hasta por 11 mil 500 millones de pesos.

La interrupción de la votación nos ha dejado en las cuatro esquinas del mundo, por tratarse de algo insólito, y ha avergonzado e indignado a gran proporción de la ciudadanía, especialmente a los jóvenes. Esos y esas jóvenes también hacen conciencia de su responsabilidad y en oleadas están comprendiendo que son ellos los más llamados a cambiar el curso de deterioro de la patria. Son ellos, con sus energías y nuevas ideas los que más tienen que aportar a la transformación que el país necesita y al rescate de los principios y valores éticos y cívicos que hemos venido perdiendo. Es particularmente relevante la participación de las mujeres, que cobra vigor en cada amanecer para romper una milenaria cultura de marginación y subordinación. Llegue a todos ellos y ellas nuestro reconocimiento y gratitud.

Ha sido también indignante que el Ministerio Público y la Policía Nacional subestimaran la inteligencia de toda la ciudadanía dominicana, al pretender derivar la responsabilidad del asalto electoral hacia la oposición política en un sainete que incluyó torturas y otras violaciones de la dignidad humana..


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