Por Pedro René Almonte M
La intención de quién tiene la oportunidad de ser leído por ustedes, era esperar unas cuantas semanas para tener material suficiente y poder sostener la descarga de impotencia que se va almacenando con cada tropiezo de las autoridades.
Lo que pensé que tomaría semanas, bastaron sólo unos cuantos días, y es que los desaciertos del presente gobierno no tienen comparación en la historia. Suceden tan rápido y con tanta frecuencia que la gente pierde la noción del tiempo que tienen las actuales autoridades dirigiendo los destinos de nuestro país… ¡señores aun no tienen ni siquiera tres años! “Los muchachos del poder” se han convertido en cuadre y cachucha.
Mientras los hechos golpean al pueblo con tremenda bofetada, el gobierno por su parte construye un discurso a base de todo el dinero público que dista muchísimo de la realidad que viven los dominicanos. Un gobierno deja de ser una opción viable para sus gobernados cuando sus necesidades no son satisfechas. ¿Qué funciona en la República Dominicana? En este caso para abreviar sólo lo voy a exponer como una interrogante y según su realidad querido lector encuentre su respuesta… ¿La educación funciona? ¿El costo de la canasta básica es menor? ¿El servicio de la energía eléctrica es mejor? ¿El servicio de agua potable es mejor ahora? ¿La seguridad en su barrio cómo está? ¿Cuándo fue la última vez que usted contempló una rebaja justa del precio del galón de gasolina? ¿Se le ha muerto algún familiar en un hospital? ¿A quién usted le cree al policía que tenía a su hijo moribundo en brazos o al gobierno que dijo que ese policía nunca estuvo en el hospital Robert Read? ¿Algún familiar suyo o amigo o usted mismo ha sido víctima de un atraco? Cuando usted responda esas preguntas, entonces estará convencido de que este desorden debe terminar. ¡Este desorden debe terminar!
“Para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada”. Edmund Burke.