El Pregonero. Asunción. EFE.– El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, anunció este martes en un discurso que recurrirá «a las instancias jurídicas» si los altos funcionarios incumplen la directiva presidencial que establece que ningún trabajador público puede ganar más que el presidente, con un sueldo de 37 millones de guaraníes (unos 5.600 dólares).
El Gobierno paraguayo tomó esta decisión, con una duración inicial de tres meses, como una medida de ahorro que permita al Estado destinar esos recursos al plan de contingencia ideado para hacer frente al impacto económico del coronavirus y permitir la compra de material médico.
Los principales afectados por el recorte de los sueldos más altos son los trabajadores de las dos entidades binacionales del país, los de la represa de Itaipú, compartida con Brasil, y los de Yacyretá, en la frontera con Argentina.
Los sindicatos de ambas binacionales expresaron su oposición a la medida del Gobierno y rechazaron los recortes salariales impuestos por el Ejecutivo, que establecen una reducción del 10 % para los que ganen más de cinco salarios mínimos (10.964.195 guaraníes, 1.670 dólares) y del 20 % para quienes superen los diez salarios mínimos (21.928.390 guaraníes, más de 3.300 dólares), además de fijar el tope salarial en los 37 millones de guaraníes del sueldo presidencial.
No obstante, Abdo Benítez señaló durante su intervención que todos los trabajadores de Yacyretá «han acompañado lo dispuesto por el Poder Ejecutivo», mientras que en el caso de Itaipú cuentan con el respaldo de la «gran mayoría».
El mandatario expresó su «profunda decepción» con aquellos que se nieguen a acatar su directiva «clara y firme», y les avisó de que «le van a tener como adversario».
«Nosotros vamos a recurrir a donde tengamos que recurrir para que se cumplan las directivas del presidente de la República», manifestó el mandatario.
El presidente volvió a apelar a la solidaridad de estos trabajadores e insistió en que no se está «pidiendo mucho» con esta rebaja de salarios en un momento en que también se está solicitando a los sectores más vulnerables «que se queden en sus casa y no tengan ingresos».
Asimismo, acusó a los sindicatos de «falta de solidaridad» y de incumplir «el principio de solidaridad» sobre el que se sustenta el sindicalismo