El Estado Ordeñador

Por Abril Peña

Por Abril Peña

En República Dominicana el 75% de las empresas desaparece en los primeros 3 años, el 48.6 lo hace en su etapa de madurez , en la pandemia quebraron al 2021, 150 empresas que cayeron fruto de la misma y los números siguieron creciendo hasta la fecha.

En nuestro país existen alrededor (los datos son pre pandemia) de 1,376 grandes empresas y 1,473,354 Mipymes,  estas últimas representan el 97 % del total de las existentes en el país, generando 2,527,260 empleos lo que equivale al 55.6 % de la población y aportan un significativo porcentaje al Producto Interno Bruto (PIB), con un 40.2 %. Y otro dato, no menor, dice que el 51.3 % de las microempresas del país las lideran mujeres.

Hay pocas cosas más amargas que ver tus sueños  irse a pique por circunstancias muchas veces ajenas a tu control y esa es la situación de muchos emprendedores en República Dominicana ante un Estado sumamente voraz y poco amistoso con los contribuyentes, que tienen la desgracia de formalizarse cuando su rubro no les permite operar desde la informalidad.
Y SÍ digo la desgracia porque aunque las pymes representan más del 40% del producto interno bruto lo cierto es que todo lo que tiene que ver con DGII está hecho para los grandes emporios,  mismas que tienen el bolsillo bastante hondo y disfrutan de todos los beneficios que ese bolsillo les permite granjearse en el Congreso Nacional a la hora de aprobar leyes tales como la de residuos sólidos que obliga a todas las empresas del país, produzcan basura o no, a subvencionar a las que sí los producen por poner un ejemplo, unos impuestos que no recibimos luego en servicios, puesto que casi todos los emprendedor terminamos usando los servicios privados ante la ineficiencia del sector público, un sistema tributario que no segmenta,  al menos lo suficiente, como para entender las sutilezas de producción de muchos sectores y del mercado dominicano en general, que te obliga a pagar por ganancias pasadas (un absurdo), un anticipo que sólo sirve para engordar las arcas estatales de todos los gobiernos del pasado, del presente y estoy segura que del futuro también, puesto que luego de acostumbrarse a ordeñar el ganado, que somos todos, difícilmente renuncien a estas ubres, unas que no se secan puesto que siempre aparecemos más incautos que nos atrevemos a arriesgarnos, unos impuestos que terminan endeudando y llevando a la quiebra a pequeños empresarios, cuando ese año no podemos producir lo que la bola de cristal de la DGII  decía que ibamos a producir o cuando el impuesto sobre la renta es tan alto gracias a que sólo se permite reportar lo que ellos entienden y no necesariamente todo lo que se gasta, precisamente por las sutilezas mencionadas anteriormente, ni hablar de las moras leoninas dignas de cualquier prestamista, que uno se pregunta en qué rayos pensaban nuestros “representantes” a la hora de legislar o si, siquiera pensaban o se tomaron la molestia de leer o sólo sirvieron de sello gomígrafo del Ejecutivo.
Ni hablemos de la Perla del ITBIS que debe ser por factura emitida aunque tarden 6 meses en pagarla, debes descapitalizarte y pagar inmediatamente, lo peor es que aunque en teoría deber impuestos no debería  evitar que cobres, en el sector público que es el mayor contratante del país,  de casi cualquier tipo de servicio o producto, en la práctica atrasarte en un impuesto hace imposible que firmes cualquier contrato o cobres cualquier factura puesto que sin la certificación de impuestos al día, se hace imposible cobrar lo que se convierte en un círculo Vicioso, si no pago no cobro y si no cobro no puedo pagar y el emprendedor termina endeudándose hasta posiblemente quebrar como lo muestran los terribles números de supervivencia empresarial y no olvidemos las retenciones, que luego tienes que rogar para poder conseguir la constancia de la misma, por lo que muchas veces se pierde.
Por último el tema atañe a todos los partidos políticos, puesto que todos han puesto su grano de arena en el desatino, todos lo critican en la oposición y encuentran una justificación para dejar la cosas así cuando llegan al gobierno, por lo que aplaudir el discurso de uno u otro no tienen sentido porque los mayoritarios al menos cuando han tenido la oportunidad la han dejado pasar olímpicamente.
Así que cuando te digan: emprende, no seas empleado, que con ellos nunca alcanzarás la libertad financiera, en parte tienen razón, pero aún así debes debes pensarlo bien, porque lo cierto es que todo el sistema está creado para ordeñarte hasta dejarte seco y que seas parte del ganado productor de recursos de los grandes grupos económicos toda tu vida, porque a veces ni haciéndolo todo bien, en estas condiciones podrás librarte.

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