El Estado debe de dejar de reaccionar por presión social sin medir las consecuencias primero, el caso de la supuesta neurocientífica es grave, pero más grave es dejar en el aire a docenas de niños, niños que además no pueden andar saltando de centro en centro y cuyas atenciones son muy específicas, costosas y escasas en el país.
¿Por qué mejor no intervenirlo, estudiar el resto de profesionales y colocar un administrador colocado por el Estdo para al menos darle tiempo a niños y padres? Esto incluso,
hubiese servido para saber si los niños recibieron daño o no, después de todo, es el bienestar de ellos que se busca, no tapar a la carrera la ineficiencia e inobservancia por parte del Ministerio de Salud.
¿Acaso no nos parece extraño que los padres no hayan salido a quejarse del centro, después de todo ellos son los más afectados, que la dueña debe ser sometida? Claro que sí. ¿Era el cierre automático del centro necesario sin medir consecuencias? No necesariamente.