Lo sucedido en San Pedro de Macorís con Anibel González y Juana Domínguez, es indignante y casi sin explicación posible en un país que tiene sumergido años en una supuesta lucha contra los femenicidios.
Estos casos en específicos muestran de manera descarnada como el Contubernio de aquellos supuestos a defender a las víctimas, le costó la vida ante la mirada indiferente de las máximas autoridades a estas dos víctimas y estas son las que se saben.
Sí, indiferencia porque hubo denuncia a tiempo en febrero y se ignoró e incluso se castigó a la funcionaria denunciante quitándola del cargo para colocar a la promotora del desaguisado, en el caso de Anibel, la infeliz hizo hasta lo imposible ante la ignorancia atroz de los fiscales responsables, no hay pruebas que ni una ni la otra recibieran apoyo psicológico.
Ahora se destapa que hay cientos de acuerdos abreviados, y que los casos que destaparon la caja de pandora adolecieron de vicios de forma y de fondo tan atroces como falsificación de firmas que hacen inexplicable el que fuesen aceptados por un juez.
¿En resumen, quienes son los responsables de las muertes de las Anibeles y las Juanas alrededor del país? Un sistema Judicial y Procuraduría donde funcionarios indolentes y corruptos sólo les faltó ponerle las armas en las manos a los víctimarios.
¿Dónde queda la lucha contra los feminicidios? En discurso, mientras no se enfrente con responsabilidad el machismo y la corrupción en nuestro sistema de justicia.