Las ONGs recién incluidas en el Presupuesto General de la Nación denunciaron que no han recibido sus asignaciones, lo que llama a suspicacia.
Se puede creer o no en la labor que supuestamente realizan, pero el presupuesto es una Ley, no es si se quiere que se cumple, hay que cumplirla.
¿Dónde está la adenda para mover esos fondos a otros capítulos y de no ser así, entonces dónde están esos fondos?
Si están actuando bajo la creencia de que no cumplen con sus funciones, entonces, no debieron incluirlas, ya que estas deben de entregarles sus fondos, porque las que sí realizan su función están ahogadas por la falta de recursos y muchas hacen una labor loable en áreas donde por H o por R, el Estado no llega.
Y para colmo de males, no solo no entregan los ansiados recursos si no que además, ni les reciben, ni les atienden ni les dan esperanzas de ningún tipo, en un olvido de que son servidores públicos y que están precisamente para servir y no hacerse de oídos sordos.
Las leyes están para cumplirse, gústenos o no nos gusten.