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Será demolida la iglesia baptista de Sutherland Springs (Texas, EU) donde ocurrió la masacre que dejó más de 20 personas muertas, el pasado 5 de noviembre. «Será demolida porque sería demasiado doloroso seguir usándolo como lugar de culto» justificó el pastor Frank Pomeroy, quien perdió a su hija Anabelle en el masivo tiroteo.
Un vocero de la Convención Bautista del Sur, Sing Oldham, explicó que después de la demolición esperan construir un nuevo edificio y convertirlo en un lugar para recordar a los muertos.