A Danilo Medina de Isidro Martínez

Por pregoadmin

Por Dr. Isidro Martínez


A­nte una derrota inminente del PLD este 5 de julio, creo oportuna la ocasión para darle un consejo al señor presidente de la república. Señor presidente: He visto con preocupación y hasta con incertidumbre, algún comportamiento suyo, que lo hace ver, como si usted estuviera fuera de tono; como si estuviera desconectado de la realidad; como si usted estuviera entonando una canción fuera de tiempo; como si usted no estuviese al tanto y consciente de lo que va a pasar en el país este 5 de julio, y como si usted no conociera el principio de Heráclito de Efeso, pensador de la humanidad, cuando dijo: «Todo y nada es, todo fluye, todo cambia, todo se desvanece, y nadie se baña dos veces con la misma agua de un rio».

Pues, usted, Sr. Presidente, debe ver los cambios como un proceso natural, y no verlos como una tragedia, más, si las cosas que van a cambiar de administración no son de su propiedad. La democracia es un sistema politico que se sustenta en el respeto a la decisión de la mayoria, y esa mayoria, por diversas razones, en esta ocasión no respalda a su partido ni su gestión de gobierno, tal vez, primero, porque su gobierno fue líder en escándalos de corrupción sin sanción; segundo, porque usted tomó más dinero prestado que los 58 presidentes que a usted le antecedieron; tercero, porque su gobierno, en vez de fortalecer la clase media, la destruyó, dejándola sin nombre en la escala de los grupos sociales; cuarto,porque en sus gobiernos solo tuvieron acceso a un trabajo los miembros del PLD; quinto, porque usted destruyó al líder de su partido, arrastrándole hasta la orilla del mar; sexto, porque usted convirtió el sistema de justicia, en un poder inoperante, incapaz y vendutero; séptimo, porque no hizo nada por los 700 mil jóvenes que viven aquí sin trabajos y sin estudios; octavo, porque en sus gestiones, el índice de promedio de vida de un dominicano es el más bajo de América Latina; noveno, porque nuestro sistema educativo es el más pobre de América, y de Salud, ni hablar.

El Covid 19 lo desarropó todo, y aquí en San Francisco de Macoris, tuvieron que sacar a los enfermos del hospital para poder alojar a los contagiados con el virus; décimo,porque en su gobierno, la mayoria de funcionarios son fabuladores, manipuladores y farsantes, porque, señor presidente, convirtió el Congreso de la república, en un estercolero, en donde no se discute nada, en donde solo se limitan a firmar lo que envia el Poder Ejecutivo. Un poeta desconocido de origen francés dijo: «que por más que el mundo se te desmorone a tu alrededor, que te mantengas de pié entre las ruinas», pues en estos momentos, señor presidente, que el mundo se le desmorona a su alrededor, usted está en la obligación y el deber de mantenerse de pié entre las ruinas.

Este no es el momento de descender del podiun empequeñecido, sino, por el contrario, engrandecer su figura, permitiendo que las aguas continúen su curso hasta el final del rio. Acepte que el partido que le llevó al poder, será derrotado por la fuerza mayoritaria del pueblo dominicano, y como usted no quiso procesar judicialmente a los funcionarios de sus gobiernos, no meta las manos por ladrones para que no se manche también. Recoja sus maletas y haga lo que hizo Balaguer en 1978, que él mismo compró el carro al nuevo presidente. La derrota de su partido, será aplastante y humillante en la mayoria de las provincias del pais. Aquí, en la provincia Duarte, se da como un hecho que Franklin Romero será el nuevo senador. Porque el cambio es inminente, y lo mejor es, dejar que se produzca sin contratiempo, para poder seguir viviendo en democracia.

La vida no termina con un cambio de estatus. Cada amanecer puede ser un gran dia para iniciar de nuevo; usted deja el poder por un mandato de la Constitución, y su partido dividido, y su candidato, carente de brillantez intelectual, no tienen chance en esta ocasión, y pretender parar los movimientos de la tierra, es un grave error. Usted salió a las calles a defender su partido, fuera de época y de tiempo, porque para las horas que faltan para las elecciones, éstas no alcanzan ni para ablandar habichuelas. El hombre no puede tenerle miedo a los cambios ni a la Historia; su misión es, mientras esté encima de la tierra, seguir haciendo historia, y si usted, señor presidente, no tiene porqué temerle a la justicia. Se sabe que el barco va a la deriva, y que le está entrando agua en su interior, y si los grifos no funcionan, busque un cántaro y ponga uno de los que le recomendó ponerle un cambio equivocado a la nave. Su familia espera por usted para que le dedique más tiempo, sus amigos también, y el cuerpo humano merece un descanso, más el suyo, que en estos momentos tiene que ver y soportar el derrumbe de su partido y gobierno. El autor de esta nota le desea a usted, señor presidente, que se vaya en paz y que pueda hacerlo al lado de su familia.


Autor es abogado, exprocurador fiscal de Duarte; vicepresidente nacional PDI y presidente prov. Duarte.


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