China anunció en 2015 sus intenciones de enviar un rover al lado oscuro de la Luna. El rover Chang’e 4 es un vehículo no tripulado que mide 1,5 metros de largo y aproximadamente un metro de ancho y alto, con dos paneles solares plegables y seis ruedas.
Fue lanzado con éxito el 8 de diciembre desde el Centro de Lanzamiento de Satélites Xichang en la provincia de Sichuan y según la Administración Espacial Nacional de China aterrizó a las 10:26 hora local de Beijing en la cuenca Aitken lo representa un enorme logro para el programa espacial de China.
Como cualquier película de ciencia ficción China empieza ahora una serie de experimentos en baja gravedad para ver si las plantas pueden crecer y explorar los polos lunares para buscar agua u otros recursos.
China que no participo de la primera parte de la carrera espacial avanza a pasos agigantados en esta direcció y apunta cada vez más a ser dueña de la carrera espacial en la próxima década.
Sus próximas apuestas son: lanzar su primera sonda a Marte alrededor de 2020 para llevar a cabo la exploración orbital y móvil, seguida de una segunda misión que incluiría la recolección de muestras de la superficie del planeta rojo, también está estudiando la posibilidad de enviar un hombre a la Luna, y también tiene planes de enviar sondas a Júpiter y sus lunas.
China ha hecho incapie en que sus aventuras espaciales son totalmente pacíficas y en busqueda de recursos, cosa que al presidente Trump le ha parecido improblable por lo que ha solicitado la creación de un ejército espacial para el 2020 mientras que su Vicepresidente acusa tanto a China como a Rusia de querer traer armas del espacio exterior.
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