¿Quién da más?

Por pregoadmin

Por Pedro René Almonte Mejía

Quien lee el titulo de este articulo, pensaría que se trata de un programa de televisión de esos tipo sábado de Corporán o Pégate y Gana con el Pachá, o bien pudiera tratarse de una competencia entre ellos.

Cuando pensé que lo había visto todo, siempre llegan algunos políticos dominicanos para “sorprenderme”. No sólo estamos ante un estado clientelar sino que hasta compiten entre ellos para ver quién da más… pero… ¿de su bolsillo?

El clientelismo político campea a sus anchas, y como bola de nieve, crece y crece sin que nadie lo detenga; ni le interesa detenerlo a los cargos políticos que regulan la concesión de prestaciones, a través de su función pública; ni tampoco le  interesa a quienes piensan que se benefician dando su apoyo electoral al “patrón” a cambio. Con esto sólo pierde el ciudadano común que no puede llegarle al político de turno, o sea la gran mayoría de los dominicanos; porque como dijo precisamente un político nuestro: “En RD no hay sombreros para tantas cabezas”. Y yo le agrego que menos habrá, con la discrecionalidad que reparten los políticos lo que es de todos.

Afirma Guillermo O̕ Donnell en su obra “Contrapuntos” que existen pocos incentivos para que los participantes busquen acabar con el sistema clientelar, puesto que éste se halla institucionalizado, conocido, practicado y aceptado por los actores. Del mismo modo, dice Javier Auyero en su ensayo “Favores por votos” que los ciudadanos dejan de ser iguales ante la ley, puesto que el trato depende de su relación con los que reparten el pastel. El “estado de derecho” se convierte en un medio para lograr una falsa legitimidad, un instrumento de manipulación, y a veces, de represión.

Recientemente, en la provincia de San Juan de la Maguana, se vivió un episodio en el cual dos legisladores literalmente “se mataban” por “regalar” a unos estudiantes ciertos obsequios, detrás de ganar adeptos y alzarse con unos cuantos votos más. Aquí los políticos no descansan, y hacen bien, el que se duerme se lo lleva la corriente.

El común de los dominicanos debe entender que no existen los regalos, que quien más nos da es porque más nos quita y nunca nos devuelven ni siquiera una cuarta parte de lo que nos arrebatan. Muchos ya sabemos cómo funciona nuestro estado clientelar, pero falta una gran mayoría por concientizar… ¡Oh pueblo ignorante el mío!


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