Por Richard Pérez Consulting. Leyes y más.
En la última década los estudios de opinión han revelado que los partidos políticos han perdido drásticamente afiliados y simpatías. Entre el 56 y 62% de la población se ha declarado independiente. Esto tiene una lectura, los partidos han defraudado la confianza y la esperaza del electorado.
El Presidente Abinader está consciente de como y quienes le llevaron a la presidencia, así como se mantendrá en ella en un ambiente de gobernabilidad.
Vivimos la experiencia de luchas por cargos entre facciones en los gobiernos del PRD, que dieron al traste con su salida del poder a destiempo. Expresiones y acciones como: » Todo es de los perredeistas y aqui no cabe nadie más» fueron catastróficas.
Recientemente, unas de las mayores debilidades electorales que llevaron a la derrota al PLD, fue la división, provocada por la ambición desmedida de un sector por quedarse con todo y además excluyeron sectores importantes de la sociedad en las decisiones gubernamentales. Fueron sectarios a su máxima expresión, y no entendieron que el Estado y el gobierno es para todos y todas.
El Estado ha crecido y se ha modernizado e institucionalizado, amparada la gestión y los servidores públicos en leyes que son protectoras de derechos fundamentales. Esas misma legislaciones plantean la forma de desvincular a cualquier empleado sin generar alborotos ni vejaciones.
Es claro y de justicia que el PRM y la mayoría de sus dirigentes, altos, medios y de base, ocupen los puestos públicos, porque además son los compromisarios de aplicar la visión de su Líder y Presidente, pero sin perder de vista que el País es de todos y que es seguro que desearían seguir gobernando mas allá de un período presidencial.
Se gana y se gobierna con alianzas, para poder volver a ganar.