Con la elección de Nayib Bukele como presidente en El Salvador se acrecienta la lista de mandatarios sumamente jóvenes que han asumido el mando o ganado elecciones en sus países.
El más jóven es Sebastián Kurs de 31 años fue elegido en Austria y que rompe el tabú de que los jóvenes no consiguen los suficientes votos para llegar al poder. La lista es más larga de lo que se cree: Leo Varadkar de 38 en Irlanda, Jüri Ratas 39 en Estonia, Volodymyr Geoysman 39 en Ucrania, Emmanuel Macron 39 en Francia, Charles Michel 41 Bélgica, Youssef Chávez 41 en Túnez, Alexis Tsipras 40 en Grecia, Andrzej Duda 43 en Polonia, Justin Trudeau 43 en Canadá, Juan Guardó en Venezuela. Se puede decir que en mundo tan amplio son pocos, pero son una muestra de un fenómeno poco común pero que empieza a hacerlo cada vez menos.
Aquí en el patio a pesar de la polarización ya hay un precandidato joven: Wellington Arnaud del PRM, pero parece que nadie más se atreve a jugársela y enfrentarse al sistema ni siquiera en los cargos electivos de menor cuantía como: diputados, alcaldes o senadores, aún se pueden contar aquellos menores de 45 años que se atreven a dar el salto. Son muchas las quejas de falta de relevo en los partidos políticos y en la mayoría se dice por lo bajo que los «dinosaurios» no los dejan pasar, hay una creencia errónea de que los líderes de alguna manera deben ceder espacios o liderazgos, como si alguna vez en la historia de la humanidad eso hubiese sido posible.
Cuando estudiamos la historia política podremos observar que la mayoría de los que hoy tienen en el poder en los organismos de los partidos políticos alguna vez fueron jóvenes y tuvieron que enfrentar a sus propios dinosaurios y luchar con sus propios molinos de viento.
Es difícil y arriesgado romper paradigmas, lo bueno tal vez, es que en el 2020 muchas gente pasará a mejor vida políticamente hablando, ya sea por edad, porque el hartazgo natural se los lleve de encuentro.
Habrá que ver quienes se casarán con la gloria, tomarán el toro por los cuernos, hay veces que hasta perdiendo se gana, aquellos inteligentes y valientes tirarán la aventura y es posible incluso que pierdan en el 20, pero luego si saben jugar bien ajedrez, habrá que sentarse hablar con ellos, entonces , sólo entonces es posible que el panorama político dominicano, cambie.