En un país donde se habla tan a menudo de la corrupción del sector público llama la atención que el caso de Pawa Dominicana pase hasta cierto punto desapercibido.
Todos nos sentimos orgullosos cuando nueva vez una línea aérea con bandera del patio surco los cielos. ¿Pero significa esto que hay que tener consideraciones especiales? Si un político, cualquiera hubiese retenido impuestos cobrados a un tercero en una de sus empresas las voces agoreras estuviesen pidiendo su cabeza, pero al parecer con el sector privado se es más blanco en las exigencias de pulcritud.
Es lamentable la situación de Pawa, pero hay que recordar que lo que adeudan no salió de sus bolsillos, es el dinero retenido a sus usuarios por conceptos de pago de impuestos, en buen dominicano eso podría ser robo, y lo más curioso es que a pesar de dárseles distintas oportunidades para no llegar a donde están, hicieron caso omiso a las autoridades.
Hoy voces se levantan por una nueva oportunidad, pero la pregunta es; ¿dónde esta el dinero?
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