El presidente Luis Abinader ha dicho que vino a cambiar las cosas de manera radical y para siempre, pero parece que sus congresistas del Partido Revolucionario Moderno no se han enterado.
Los manejos tras bastidores para escoger el Defensor del Pueblo, un cargo que en el papel traía muchas esperanzas, pero que en la práctica ha resultado ser anodino, inoperante y una decepción total y, en parte,es porque siempre ha tenido un sesgo político para su escogencia.
La solución se suponía que sería hacer una especie de examen, que permitiría escoger por méritos y conocimientos, sin embargo, todo parece indicar que se jugó con tiempo de los participantes y que se hacen aprestos para volverlo parte de las alianzas y del botín del poder.
El cambio radical del que el presidente es abanderado, parece que no ha llegado al Congreso Nacional, sus miembros debieran de recordar que por muy en la cresta que estén, que por muy harta del PLD que esté la gente, es de los políticos que realmente no quieren saber, y que Danilo Medina y comparsa en el 2017 e incluso a mediados del 2018, parecían imbatibles y ya conocemos la historia.