Justicia, medios y ruidos

Por pregoadmin

Por Onofre Salvador Fulcar


En cualquier lugar del mundo, los medios de comunicación juegan un rol estelar. Con ellos nos mantenemos al día sobre los distintos acontecimientos, simples o complejos que gravitan en la cotidianidad. Esa es la gran verdad, a lo que se suma lo formativo, parte que debe estar presente en lo que se sirve a través de los mismos.

Todo país mínimamente organizado, debe aspirar a la implementación de un sistema de justicia sano, que cumpla rigurosamente con los mandatos establecidos en sus leyes, sin apartarse del debido proceso, procurando siempre la celeridad que amerita cada caso.
Gobienos van y gobiernos vienen, dejando ruidos incómodos en el plano judicial, sin que haya satisfacción con el curso que toman algunos sometimientos y procesos que, aunque en su mayoría apuntan a tener visos de verdad, se tiene la percepción y hasta se ve en gran medida, que se desnaturalizan desde su inicio, con la filtración de elementos que deben ser preservados para los momentos indicados.
Todo el que vive en este país, con sed de justicia o sin ella, es testigo de la aparatosidad y el desfile de informaciones que llegan a los medios, dando la sensación en ocasiones, que se está más allá de los llamados juicios a las pruebas, es decir cuestiones que rozan el fonto. Antes, incluso, de las medidas de coerción, ya mucha gente está informada y otras fulminadas, no solo con una prisión preventiva larga, sino también por todo lo que se maneja sin aparente control, fuera del ámbito de la justicia.
Tenemos, necesariamente, que transformar las ansias de venganza, personal o política, y encaminarlas un poco más hacia los deseos de justicia, aspectos totalmente diferentes que hablarían muy bien del crecimiento institucional y de la sociedad en sentido general. Eso nos llevaría un poco más lejos, no solo a la producción de excelentes investigaciones, como entiendo las hay, sino además, a servirlas de forma serena en cada fase del proceso.
Pienso y creo con firmeza, en la voluntad de mucha gente con protagonismo judicial, que busca la resolución de los casos, es lo que quiere esta sociedad a partir del daño que le hacen en su patrimonio, pero al mismo tiempo se originan situaciones que hacen perder la fe y esperanza, en el entendido que se hace mucho ruido, lo que da a pensar hasta, sin que tenga que ser así, en la intromisión política.
No habrá vaca sagrada, llegaremos hasta las últimas consecuencias, los que pongan la mano donde no deben la pagarán, son parte de las palabras que llegan día por día a nuestros oídos, a lo que se agrega una especie de morbo que termina en condena fuera de los lugares predilectos para la justicia terrenal, como son los tribunales de la República.
Procuremos justicia oportuna, derivada de procesos ejemplares, no solo en las pruebas contundentes que se alcancen; es preciso encaminarlas a cada una de sus fases, cumpliendo a cabalidad lo que dictan los respectivos procedimientos, respetando el derecho a una sana defensa, sin más condena que la pronunciada por el soberano juez, luego de que cada parte exponga sus respectivos argumentos.

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