Por: Juan Santos | @JuanSantosRD
Pitágoras no podría explicar la formula utilizada por los creadores de la última “serie” de ficción “Gallup al desnudo”, pero una conversación filtrada en las redes sí.
Es verdaderamente triste, ver como mientras muchos luchan por resolver los problemas que enfrenta el país ante esta crisis sanitaria, otros con mentes mal sanas y corazones perversos, procuran generar una percepción que justifique el caos o crisis que gestan en sus entrañas.
Un veterano zorro político dominicano me dijo una vez, “hasta lo mal hecho hay que hacerlo bien”. Procurar modificar métodos tradicionales para obtener resultados distintos a los ya obtenidos, sin dudas es un acto más que fraudulento, vil. Pero han quedado al desnudo.
Todos sabemos que las encuestas alguien las paga. Todos sabemos que por definición las mismas son instrumentos de medición. También sabemos que como tal, son una fotografía de un momento y que pueden cambiar en meses, semanas o incluso días.
De eso sabe mucho un expresidente que en el 2012 esa firma le daba ganador, pero Danilo en menos de un mes lo venció. También lo sabe el actual candidato de la oposición a quien la misma firma daba con una gran ventaja frente al presidente medida y también perdió. El último de los ejemplos que corrobora el hecho de que en el último momento puede ser otro el desenlace y que han dejado en el descredito a esta firma lo representa la derrota del antiguo alcalde del distrito nacional frente al recién saliente novel alcalde.
He escuchado a muchos expertos decir, que las encuestas no son malas ni buenas, sino que te dicen cómo debes trabajar, en base a la tendencia que su secuencia va indicando.
He aquí la gran preocupación.
Esta fue la razón de la creación repentina de la “serie” ficticia “Gallup al desnudo”, porque al ser impactados el 4 de junio por unos resultados que ha quien pagó no le gustaron, rompería con el verdadero plan. El de justificar el paso al que están condenados, el pre-pataleo y posterior alegato de “fraude”.
Esto así porque no saben reconocer que el candidato de la oposición está en caída libre y Gonzalo Castillo en un ascenso firma y constante.
Hay quien ya han advertido que el fraude del oficialismo esta montado, pretendiéndose “Nostradamus” o simplemente sirviendo de comodín o antesala del plan que ya ellos mismo concibieron.
Le tomaré prestado este refrán a un analista y amigo político mocano que me lo recordó mientras hablamos unos días atrás “El que tenga las lágrimas hondas que empiece a llorar temprano.”
La tendencia lo dice, Gonzalo ganará las elecciones.
Autor es Abogado, catedrático, escritor y político
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