Doctor En Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de Milán
Este artículo es el primero de tres reseñas sobre los humores y situaciones que imperan en los partidos mayoritarios del sistema político doméstico, entre ellos están el: PRM, PLD, FP, PRD; sobre los cuales es importante profundizar porque nos ayudará a crearnos una idea de cómo se perfilan internamente estas organizaciones políticas para la contienda electoral del 2024.
A continuación, nos gustaría citar una particular prospectiva que nos ayudará a dar valor agregado a nuestro artículo: Como es notorio entre la comunidad sociológica cuando se analizan determinados argumentos debemos ponernos en una posición super partes, es lo que llama Wright Mills en su libro (1959), Imaginación sociológica, la misma permite a cualquier estudioso o aspirante tal observar más allá de su propio ambiente y de su persona, las más amplias estructuras y sus acontecimientos sociales que se verifican en nuestros amados países. Utilizando esta particular prospectiva nos detendremos a analizar primero al PRM, que, según sus reglamentos internos, entre el mes de enero y abril del año entrante, sus ilustres miembros deberán convocar su convención para la elección de sus altos directivos; entre ellos estará en juego la presidencia del partido.
En ese sentido, según numerosas encuestas y comentaristas locales, los cuales aseguran que una buena parte de los que afirman militar en el Partido Revolucionario Moderno PRM votarían para que el Dr. Guido Gómez Mazara presida dicha organización política, muchas de las encuestas se refieren al Dr. Gómez Mazara como probable vencedor, debido a que el actual presidente de la organización Ignacio Paliza estaría sufriendo un fuerte desgaste. Entre los personajes que también figuran en las encuestas tenemos a Eddy Olivares, una figura que consideramos enigmática por lo cual nos gustaría analizar en otro momento.
Desde ese punto de vista, si nos detenemos a examinar con una profundidad semiótica las sensaciones que emanan de dichas encuestas podemos obtener las siguientes conclusiones: En primer lugar, los militantes del partido PRM, hoy al poder ven la figura del actual presidente Ignacio Paliza con un sentimiento negativo, se sienten molestos por la falta de honestidad, trasparencia y poca cercanía que ha demostrado en el tiempo que preside la importante posición.
En segundo lugar, el Dr. Mazara viene visto como el arquetipo de político cercano, confiable y trasparente. Un estadista de experiencia, que proviene de una clase social no perfumada, que siente como ellos, que habla como ellos, que comparte con los militantes en los diferentes recorridos organizados a nivel nacional, a diferencia del actual presidente del partido que se ha ganado la etiqueta del reflejo antagónico de lo que no debería ser un verdadero Peñagomista.
A tal efecto, es claro que en las sociedades postmodernas las figuras que representan lo jerárquico ya no son acogidas positivamente entre las masas partidarias, sino todo lo contrario, son las figuras horizontales con características similares a nosotros las que son bien percibidas, así como refleja el Dr. Mazara, quien manifiesta los mismos valores de la dirigencia Peñagomista. Es entendible su liderazgo, pues viene percibido como un espejo, donde los verdaderos Perremeistas se encuentran reflejados. Siendo directos y concisos, la tendencia positiva que marca el alto dirigente entre la militancia del partido quiere decir quiénes son. La misma deja claro que ellos son Guido y no Paliza.
La esencia natural del Dr. Gómez Mazara va acorde con lo sugerido por los consultores políticos internacionales más cotizados, ya que para ellos un líder debe de ser cercano, humano, ético y resiliente; características que se veían reflejadas en el líder de masas llamado José Francisco Peña Gómez y que se pueden apreciar también en Guido en sus tantas apariciones públicas, por ende, la militancia lo percibe como un verdadero Peñagomista por quién votar en la convención que se avecina.
Hacer caso omiso a esta sincera necesidad de cambio, que emana de las bases del partido, reflejada en las encuestas, por la cúpula partidaria, podría profundizar aún más el malcontento estructural que vive la organización política perjudicando su estancia en el poder por no más de cuatro años.
En el mismo plano no se entendería que un PRD moderno, que utiliza como bandera el eslogan «el cambio» siga adoptando prácticas recurrentes en los viejos partidos de oposición, como voto por delegados, hipertrofiar organismos o alargar los tiempos alegando excusas irracionales.
Con la tendencia que marcan las encuestas, la militancia manifiesta un importante desagrado, que se refleja en Paliza, máxima autoridad del partido, en consecuencia, nos consta deducir que el mismo es un presidente con poco sentido común, porque parece no darse cuenta de las profundas necesidades de la militancia Perremeista.
En conclusión, es bueno preguntarse, si nuestros líderes no tienen sentido común, ¿entonces que sentido tienen?