Por Salvador Holguín
Muchos líderes de la oposición, que han demostrado con sus acciones y cuando les tocó gobernar, estar de espaldas al pueblo dominicano, creen que podrán hacer añicos al presidente de la República, Luis Rodolfo Abinader, pero se equivocan. A pesar de los ataques, las campañas de descrédito y las narrativas malintencionadas, hasta el día de hoy el mandatario ha actuado de manera correcta y firme en el combate contra la corrupción, un mal histórico que durante años carcomió las instituciones del Estado.
Esos sectores apuestan al desgaste, al caos y a la confusión, porque saben que cuando hay transparencia se les acaba el negocio. Pretenden desacreditar un proceso que, aunque imperfecto, ha marcado una diferencia clara con el pasado: hoy la corrupción no se tapa, no se protege ni se negocia políticamente.
Quiero advertirles algo con absoluta claridad: están equivocados. Les vamos a combatir en el terreno que elijan, con la verdad, la firmeza y el compromiso de seguir adecentando y transparentando este país. Esa es la única vía para salvar la República Dominicana y garantizar un futuro digno para las próximas generaciones.
Aquí no hay espacio para la ambigüedad y la blandenguería en la lucha contra la corrupción. O se está del lado de la transparencia y el fortalecimiento institucional, o se está del lado del retroceso, la impunidad y el descrédito. Y nosotros estaremos en primera fila, defendiendo lo correcto y enfrentando a todo aquel que conspire contra ese propósito.
La historia, al final, nos absorberá a todos. Y como bien dice la Biblia: el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra. Mientras tanto, seguiremos firmes, sin miedo y del lado del pueblo y de la verdad.







