16 niñas en promedio se casan en las oficialías dominicanas todos los meses, todas ellas con hombres que les llevan todos los años del mundo y un chin más, y al menos esas cifras se pueden contar porque las de unión libre deben ser muchas más.
¿Un menor no tiene derecho a trabajar, ni a manejar, ni a una serie de cosas, pero si se puede casarse? Habrá que ver por qué nuestros legisladores a pesar del pedido de los ciudadanos de eliminar ese artículo atroz del código civil no optemperan, por qué a pesar de los numerosos acuerdos de los que somos signatarios mantenemos a nuestras niñas en estado de esclavitud y las condenamos al ostracismo y al atraso.
¿Será que muchos de ellos mantienen relaciones con menores y no quieren afilar cuchillo para su propia garganta? ¿Será que las únicas niñas que merecen protección son sus hijas y demás familiares y el resto de la población son ciudadanos de segunda?
¡El matrimonio infantil debe eliminarse YA! Y las uniones libres deben de penalizarse, incluyendo a los padres que generalmente se prestan para esa vagabundería disfrazada de pobreza y sazonada de falta de educación y conciencia.