15 años será la pena máxima que podría recibir el menor de 16 años que con premeditación y alevosía asesinó a una de 15 años en una piscina ante la vista del todo el mundo, sin que nadie se diera cuenta.
Una cámara de seguridad grabó el macabro momento donde una y otra vez la tira a la piscina y luego salta sobre la joven para impedir que saliera del agua, luego se queda observando y pasea esperando a ver si la chica por algún milagro salía flote… Pero no fue así.
La pena máxima para un menor de edad es lo que le tocará, eso, si mañana no le salen a la sociedad con que tiene alguna «condición» que no le permite entender lo que hizo o algo por estilo.
Si bien es cierto que un menor de edad no tiene madurez, también es cierto que sabe lo que es bueno o lo que es malo, en ciertos casos donde el crimen sea demasiado horrendo o se demuestre tanto sadismo, los menores deberían ser juzgados como adultos.
Las víctimas y sus familias merecen justicia y no es justo que una vida se apague y que los victimarios sigan con sus vidas con solo un jalón de oreja por todo castigo. De seguir la sociedad como va, pronto la gente empezará a tomar por su propia mano lo que la justicia le niega.