En este país no se prevé antes de tomar medidas, por eso se vive de crisis en crisis, es como si las cosas se hicieran esperando a ver la reacción de los ciudadanos: una de dos o se salen con la suya o pasa inadvertido debajo de la mesa.
Eso es lo que acaba de pasar con Impuestos Internos y con el Intrant, las denuncias de las multas falsas tenía años aún así prefirieron ignorar la situación y lanzarse de lleno a cobrarlas esperando que la gente se iba a dejar sacar el dinero de los bolsillos como en el viejo oeste.
Parece que no se habían dado cuenta que el mundo ya no funciona de esa manera y que pretender hacer «descuentos» en las sumas como si se tratara de un favor y no de justicia, no iba a caer bien en la ciudadanía.
Aún así, hay que agradecer que Impuestos Internos decidiese escuchar a la población, porque entre el hartazgo de la precampaña que no es tal, la inseguridad, los altos precios ese abuso caía como un baldé de agua fría, y eso no es algo que le convenga a un partido que aspira a reelegirse en un año preelectoral.