La verdad que las autoridades del 2020 dejaran mucho que desear, el voto preferencial y el populismo, dificultan que lleguen las mejores propuestas al Congreso Nacional o a los ayuntamientos, si no, más bien aquellos con los bolsillos más hondos para soportar una competencia larga y desleal.
No es sólo todo el dinero que hay que invertir en los meses que quedan, si no que el día de la verdad estaríamos hablando de millones de pesos por cada candidato.
Y después se pide que no haya corrupción, pocos son los que se pueden dar el lujo de invertir tanto dinero, solo por «vocación».
Así las cosas preparémonos para ver los empresarios, funcionarios, banqueros, o lavadores o en su defecto, familiares llenar los puestos, por doquier. ¿Y cómo se casa un guardia?