Cambios

Por pregoadmin

Por Manuel Berroa


Resulta en ocasiones chocante, ver como muchas personas (en su gran mayoría para ser un tanto exactos), se dicen y se desdicen… Como cuando vas en la carretera y te topas con un conductor inexperto que se pasa de un carril a otro sin previo aviso, porque entiende que ese carril en su momento va más rápido que el anterior y luego ese lo vuelve a dilatar y se vuelve a cambiar.

Me llama poderosamente la atención el ver como por asuntos de las circunstancias de momento, puedes estar de acuerdo con una idea, pero cuando ves que ya se están terminando los frutos de la misma, observa que aquel otro tiene una diferente, que puede rendir frutos nuevos y decides que quieres también tomar partida en esa nueva idea y abandonas lo que entiendes es un barco que ha quedado a la deriva.

Pero resulta que hay un punto que se le olvida al vacilante y es que no aportas a esa nueva idea, sólo estás ahí para aprovechar las mieles que de allí pueden surgir, quien la ideó, entiende que necesita apoyo para que se propague, no exactamente que te acredites como coinventor de la misma, sino que seas sólo un borrego al que se pueda contar a la hora de calcular que tanto apoyo pudo tener en su momento dicha idea… Que para colmo de males con el pasar de tiempo también va a terminar dejando de dar frutos también.


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