Por Rosa Iris Luciano
El Pregonero, Santo Domingo – La psicóloga clínica Ana Simó abordó el caso de una seguidora que confesó no sentirse prioridad para su pareja, pese a que él asegura amarla.
Según Simó, este conflicto es más común de lo que muchos imaginan y, en la mayoría de los casos, no se debe a falta de amor, sino a cómo la persona interpreta y recibe ese afecto dentro de la relación.
“A veces yo me encuentro con gente que sí ama, que sí demuestra su afecto. El problema es cómo uno lo percibe”, explicó.
La especialista destacó que el tipo de apego, la personalidad y el amor propio influyen directamente en la forma en que cada quien interpreta las acciones de su pareja.
“Mientras menos yo me ame, menos siento que merezco el amor del otro”, señaló, indicando que muchas inseguridades vienen de heridas internas y no de la relación en sí.
Simó también recordó que cada persona trae consigo códigos familiares distintos: hay quienes crecieron recibiendo afecto verbal, otros a través del contacto físico, y otros mediante provisión y responsabilidad. Esto determina cómo esperamos ser amados, y cuando la pareja no coincide con ese patrón, pueden surgir dudas y conflictos.
“A veces imponemos que mi forma de amar es la única válida, y eso es un error”.
La psicóloga advirtió además que las redes sociales han distorsionado las expectativas de afecto. Muchos creen que el amor debe medirse por la rapidez en responder mensajes, la cantidad de textos enviados o la presencia digital constante.
“Pero cuando preguntas por la vida real, te dicen: ‘Ah no, él es un hombre presente’. Entonces ¿qué más tú quieres?”, cuestionó.
