Por César Rodríguez
La provincia de Samaná es reconocida por tener los más icónicos hoteles boutiques del país, contar con la mejor gastronomía
europea del caribe, producir mariscos altamente valorados en el mercado nacional como la langosta y el camarón criollo, ser poseedora de hermosas playas vírgenes reconocidas por todo el mundo y dueña de un atractivo único en el país, ser cuna por excelencia de las ballenas jorobadas, haciéndonos merecedores de
recibir miles de turistas de todas partes del mundo y del país.
La principal fuente económica de Samaná históricamente han sido el turismo, la pesca y la producción del coco, fuentes de ingreso que se han visto afectadas debido al aumento de los peajes en la autopista del nordeste y boulevard del atlántico.
El sector turístico es el más afectado y desde hace algunos años se ha evidenciado la disminución en el flujo turístico dominicano y extranjero, ya que muchos prefieren irse a la parte Este de la isla debido a la diferencia de costos que les produce desplazarse a un lugar u otro.
Podemos compararlos simplemente observando que desde Santo Domingo a Punta Cana existen 4 peajes que tienen un
costo de 580.00 ida y vuelta, mientras que, de Santo Domingo a Las Terrenas, donde existen igualmente 4 peajes, asciende a un costo de 2,126.00 ida y vuelta, lo que a simple vista es injusto, trayendo como consecuencia una provincia menos competitiva frente a las demás en el desarrollo comercial, económico y turístico de la zona.
De igual forma se ha visto afectado el sector pesquero, en el que cada año se registran un sin número de quejas y bajas en su comercialización debido a que los grandes barcos pesqueros que atracaban en el muelle de Samaná, actualmente están atracando en la marina de Haina y de Sans Souci, teniendo como justificación el alto costo que representa a sus compradores enviar los camiones a abastecerse de mariscos y crustáceos a Samaná.
La producción y venta del Coco ha registrado más bajas que altas en el mercado local en los últimos 3 años, ya que los productores se ven obligados a vender los cocos 1 o 2 pesos por debajo del
precio del mercado, debido a que sus compradores no quieren ir a Samaná a abastecerse por el aumento sustancial que les representa trasladarse a buscar mercancía.
Sufren también estas secuelas el hombre y la mujer de a pie, de quienes su principal medio de transporte es el público y el costo
del pasaje de estos incrementa a medida que suben los peajes.
Un ejemplo reciente es el pasado año cuando subió de 375 a 400 pesos la ruta desde Las Terrenas a Santo Domingo, luego del incremento al costo del peaje el 1 marzo del 2018.
El Estado Dominicano no debe prolongar más las renegociaciones de estos contratos y desde ya debe volver al dialogo amistoso con los concesionarios, si esperamos los 30 años a que finalice el contrato como está estipulado, la provincia de Samaná volverá a ser la lejana aldea de pescadores con bellas playas a donde van las ballenas jorobadas que todo mundo quiere ver, pero solo unos pocos llegan.
Los moradores de la provincia de Santa Bárbara de Samaná esperamos que, en este nuevo año de la innovación y la competitividad, el poder ejecutivo pueda innovar el referido contrato y con ello se nos permita ser más competitivos frente los demás polos turísticos del país.