En este país, está más que demostrado que a muchas de nuestras autoridades les falta cultura, educación, sentido de la historia y hasta creatividad, puesto que no pueden vestir un muerto sin desvestir a otro.
El país está lleno de calles mutiladas por pedazo, de monumentos y edificaciones renombradas, en el afán de reconocer nuevas figuras que se merecen pasar a los anales de la historia, pero para hacerlo no deberíamos dejar de lado a otros con aportes igual o mayores que el sustituto o nombres que aunque comunes ya están asentados en el imaginario popular, entre otras cosas, porque el reconocimiento que se quiere lograr no se consigue y ejemplos hay muchos.
AILA Vs Dr. José Francisco Peña Gomez, Ave. Del Puerto vs General Caamaño, Camino Chiquito vs Luis Amiama Tió, Malecón vs George Washington, Churchill vs Jiménez Moya, y la lista continua y continua y, todos sabemos cual es el nombre que utilizan los ciudadanos y lo peor es que en un país eminentemente jóven y con lagunas educativas importantes, la mayoría no sabe quién es ni el retirado ni el colocado.
Ahora nos encontramos con que quieren cambiar el parque Eugenio María de Hostos por Jack Veneno y la Charles Summer por Corporán de los Santos, en un desatino total, como ya nos tienen acostumbrados y demostrando una vez más la falta de contenido con que muchos cuentan. ¿A caso es imposible buscar nuevos espacios, crearlos si es necesario? Porque, finalmente tan soberana falta de conciencia solo es una muestra más del porqué no salimos del tercermundismo.