Nuestros partidos políticos parecen sumergidos desde hace un tiempo para acá en una espiral, sin fin de choques y desencuentros que están minando la poca credibilidad que aún les queda.
No es un secreto para nadie que el sistema de partidos políticos en todo el mundo se encuentra en crisis, cada vez menos gente cree en ellos, cada vez menos gente participa en la política y cada vez menos gente se inscribe en los mismos y República Dominicana, aunque con menos fuerza está viviendo el mismo fenómeno.
El partido reformista obligado por los tribunales realizó una nueva convención el fin de semana, y nueva vez parece que terminarán en los mismos. Los sectores en pugna no han podido ponerse de acuerdo y una facción del mismo no participó del proceso.
El partido “colorao”, tiene mucho tiempo en declive, atrás quedaron los años en que encabezaba boletas, pero aún así son una parte importante del sistema democrático dominicano. Esperamos que no debiliten en medio de las diatribas internas su ya consumido cuerpo y encuentren un camino que los lleve hacia la unidad partidaria y la democracia interna.
Cada vez más se demuestra la necesidad de la aprobación de una ley de partidos políticos que permita que hayan reglas claras y democráticas.